Vámonos recio este viernes, porque como bien dice el dicho, “Gracias a Dios es viernes”. Por eso quiero que el fin de semana reflexionemos sobre como podemos pedir ayuda sin que el temor a hacerlo nos lo impida. Porque créelo o no el miedo a pedir ayuda o a veces la vergüenza de hacerlo nos conduce a quedarnos callados haciendo que las tareas que debemos realizar sean mucha más cansadas y abrumadoras. Por eso hablaremos de algunas formar de poner a un lado los temores.

 

© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza

Habla en voz alta. Recuerda que una cosa importante en nuestra vida es nuestro sistema de soporte emocional, compuesto por familia, pareja, amigos y hasta mascotas. Cada que quieras hacer un cambio importante en tus conductas es importante que hables directamente con ellos, porque serán ellos los que te brinden el apoyo necesario para que logres el éxito en tu meta. Debo confesar que tengo el pésimo hábito de creer que mi círculo de soporte sabe de antemano cuándo necesito ayuda sin mencionarlo, el 100% de las ocasiones termino molesto conmigo mismo por ser tan soberbio y no hablarlo. Debo dejar la vergüenza de hacerlo a un lado o el miedo a no ser correspondido; tu también debes desechar esas conductas.

Se positivo. Yo no soy optimista ni pesimista, me considero a mi mismo una persona realista. Pero eso no me impide comportarme de manera positiva, condicionando a mi mente para que logre todo lo que se propone. Ser positivo dista mucho de ser el personaje que parece drogado pensando que la vida es bella y tecnicolor, una cosa es el optimismo exacerbado y otra ser positivo pero realista. Opta por ser lo último, ante el positivismo los temores se acallan.

Pasos pequeños. En muchas ocasiones hemos tocado este punto, no podemos pretender cambiar una conducta anidada por años con solo chasquear los dedos. Tampoco es conveniente abarcar más de lo que podemos manejar. La tasa de efectividad va a ser siempre mayor si damos pasos pequeños al comienzo y caminamos más aprisa en la medida que sintamos que ya podemos hacerlo, para que correr si al primer intento vamos a tropezar, mejor paso a paso valorando el camino. El tropiezo siempre es el motivo por el que tenemos miedo y aún cuando tropieces aprende a levantarte.

Especifica. No seas de esas personas que de repente se levantan y dicen, quiero ser una mejor persona, quiero ser diferente. Mi amigo eso no funciona porque hace que tus pensamientos lejos de enfocarse se dispersen y tengas en tus manos la receta para un rotundo fracaso. Mantener un objetivo claro, específico, enfocado es lo que hace que el miedo a fallar se disipe. Establece tu objetivo como mantra si quieres bajar de peso mantén en tu mente bajar de peso, si es dejar de fumar repite mil y un veces dejar de fumar, pero ojo siempre la palabra de la mano de la acción a medias no sirve de nada.

Hemos hablado estos días de ese número cuatro, pues una vez más lo repetimos, mejor pocos consejos que queden grabados que una lista infinita que nunca se cumpla. Feliz fin de semana.