A mucha gente le gusta limpiar, a mucha gente no, quizá podríamos establecer una proporción de 50/50. El caso es que no importando si te gusta o no te gusta limpiar, es una necesidad para tener nuestro espacio en las mejores condiciones para poder habitarlo, evitando además enfermedades por la falta de higiene. Para aquellos que por evitar los quehaceres, terminan enfrascados en una tarea titánica cuando tienen que limpiar porque no hay más remedio, también para aquellos que lo hacen con regularidad, es que establecí unos pasos que pueden ayudarnos a no tener momentos de limpieza extenuante; las limpiezas de primavera que caen en esta categoría se pueden evitar.

Un poco al día. Clave para no deslomarnos haciendo limpieza, es hacer un poco cada día. Elabora una agenda o calendario de limpieza, en el que cada día dispongas un poco de tiempo para una o dos tareas, así los fines de semana no tendrás que pasar el día encerrado haciendo quehacer. Además esto ayuda a que siempre se tenga la limpieza al día y no haya la necesidad de entrar en limpiezas mayores salvo aquellas que programarás en el punto siguiente.

Tarea extra por semana. Una tarea extra, será aquella que no sea realizada con regularidad y que necesitas programar para que todo marche en forma dentro de la casa. Esta puede ser la de limpiar los vidrios cada mes, el refrigerador cada mes, una limpieza completa de estufa cada mes, etc.

Todos coludos. Todos sin excepción en casa deben tomar la parte que les toca. Si entre todos se establece el calendario de limpiezas y se van rolando o se responsabiliza de fijo a un miembro según les acomode, tendrán que cooperar todos. Ya se acabaron los días en que los quehaceres eran cosa  de mamá o de mujeres, todos debemos contribuir a que nuestro espacio esté limpio y ordenado.

Mantenimiento al momento. Hay cosas que por el uso van deteriorándose, se rompen o dejan de funcionar. No esperes meses o años para repararlas, agenda en base a tu economía o tus habilidades un momento, lo más próximo posible para reparaciones extraordinarias, recuerda que mientras más lo echas en saco roto, más problemas causa a la larga y puede resultar también más costoso. Si algo te percatas que empieza a fallar sin dejar de funcionar, trata de darle su mantenimiento porque eventualmente se descompondrá y eso será peor.

Depuraciones al mes. Este punto se refiere a donaciones, también a aquellas cosas que ya no usamos o que dejaron de ser útiles. Una vez al mes puedes sacar tu costal de cosas para donar, para reciclar o para encontrarles nuevo dueño, puedes valerte tanto de las ventas de cochera como de preguntar a tus conocidos si lo que ya no te sirve tiene un uso para ellos.

Establecer un programa de acciones de limpieza constante hace que el trabajo se distribuya a lo largo del año, en lugar de concentrarse para las famosas limpiezas de primavera, al fin de cuentas nadie en su sano juicio quiere pasar los bellos días de esa estación encerrado con polvo hasta detrás de las orejas ¿O tu si?