Las memorias son tan importantes en el lapso de nuestra vida, que creemos que debemos honrarlas con el apego a las posesiones. Recordar el momento, la persona, el sentimiento experimentado, hace que establezcamos lazos afectivos con las cosas; suponemos que si el objeto faltara, el vínculo y el recuerdo se desvanecerían por completo. Usamos de gatillo emocional a los objetos, para rememorar lo sucedido. Inclusive, hay cosas que nos vinculan con momentos o sentimientos dolorosos y desagradables, ni por eso, las dejamos partir. Hay que entender que las memorias son más importantes que las cosas. ¿Debemos tirar a la basura […]