La casa se integra por espacios que involucran actividades. El hogar se compone de las sensaciones provocadas por tus espacios para lograr calidad de vida.
Sensaciones positivas por habitar debe ser la meta. Los espacios de casa, aquellos que moramos deben generar positivismo en nuestra vida. Esos espacios donde realizamos actividades, tejemos historias y recuperamos bríos. Te recordaré una historia que seguro todos hemos vivido. “Es de noche, ya muy tarde. La calle vacía, vas por ella. Sientes un poco de ansiedad y quizá temor por sentirte vulnerable. Aún si vas en auto el sentimiento te agobia. Solo quieres llegar a casa. Ha sido un día largo. Logras hacerlo. Abres la puerta al girar la llave, entras, cierras y echas cerrojo. En ese momento, quizá recargada en la puerta, exhalas. Tu primera inhalación se llena de aromas conocidos. Por fin te sientes a salvo” ¿Te ha resultado familiar el relato? A mi me ha pasado en ocasiones. Esa sensación de seguridad junto a otras como serenidad, tranquilidad, paz, son las que buscamos en casa; en el hogar. La organización es una herramienta que te ayuda a conseguirlo. Te retribuye paz mental y genera calidad de vida.
Sensación de pertenencia
Conversar, compartir, tejer momentos de gozo con la pareja, los hijos, la familia o incluso los cohabitantes de una casa. Esa sensación de pertenencia la proporciona la sala de estar. No importa si en ella tienes dos sofás o solo caben dos pequeñas sillas. No es ni el tamaño, ni la forma ni sus mobiliarios. Se trata de lo que hacemos en ella, relacionarnos. Con el acto de relacionarnos conseguimos pertenecer y esa sensación se consigue en una sala ordenada. No tengas la ropa de lavandería seca distribuida por ahí. No alojes en la sala cosas que no le pertenezcan. Ten un espacio ordenado con detalles sencillos que se conviertan en una invitación constante a sentarse y charlar. Más en tiempos de virtualidades debemos potenciar la vida presencial.
Sensación de nutrimento
¿Cuánta cosa que no son víveres y utensilios viven en tu cocina? Se dice que la cocina es el corazón de la casa. Como la sala, no importa que sea una cocina enorme o solo una pequeña mesita con una parrilla. La cocina tiene que proveer la sensación de nutrimento. Es donde guardamos y preparamos el sustento diario. Tengamos alojado ahí aquello que se usa para cocinar, preparar, refrigerar, alimento. Una buena medida es decidir por fin qué hacer con ese cajón de utilerías que siempre termina tan lleno de todo y tan vacío de utilidad. Peter Walsh menciona en uno de su libro que el exceso de cosas en casa provoca la obesidad, especialmente si no se tiene un sitio para cocinar apropiadamente. La sensación de nutrimento puede acompañar al deleite de saborear la vida.
Sensación asertividad
Estudiar es algo que hacemos en nuestra vida profesional, laboral y claro estudiantil. No tener un rincón ex-profeso desmotiva al aprendizaje. Una superficie limpia, libre, que contenga solo materiales de estudia y una buena iluminación permite llenarnos de asertividad. Al estudiar en un entorno agradable que no tenga ruido visual o auditivo, conseguimos mayor concentración.
Sensación de recuperación
¿Eres de las que avienta todo a la recámara? ¿Trabajas en ella porque es tu oficina? A menos que tu recámara tenga cara de depósito o tengas un rincón particular para trabajar, destina su uso a la recuperación de tu cuerpo, de tu alma, de tu mente. Es el lugar para relajarse, para dormir y claro para el erotismo. Hacer todo eso entre montones de que no se colgó o guardó en cajones, entre papeles de la junta de ayer y entre platos sucios de comida no va a ser muy prometedor. Honra tu espacio, creo que si la casa está en caos la recámara siempre debería ser un santuario inmune. Sin descanso placentero no tenemos nada. Propicia la recuperación a través del orden en tu recámara.
Sensaciones de renovación
La ducha o la bañera. El inodoro y el lavabo. Partes integrales del cuarto de baño, es necesario que tengamos un ambiente claro, con lo necesario para asearnos, pero solo eso. El baño es un área que se usa mucho y se ensucia mucho también. Además, casi siempre son pequeños, por lo que tener cosas que no vayan ahí agobia el espacio. Incluso tener demasiado papel, demasiadas botellas, demasiadas toallas, vuelve el entorno un sitio en lo que lo menos que sentiremos será renovación. Sin pelos en la lengua, en el baño excretamos y restregamos aquello que no nos sirve ¿no crees que debería ser un sitio donde la sensación de renovación se logre plenamente?
Sensaciones con ayuda
¿Cuántas de estas sensaciones de hogar tienes? Estas son solo algunas ya que hay muchas más, sin embargo, si de estas 5 que considero básicas fallas en obtenerlas de tus espacios, quizá es momento de que llames a un organizador de espacios. Con su ayuda vas a poder tomar decisiones informadas para eliminar el exceso y caos, consiguiendo Vida y Espacios Simples