Es claro que la primavera venció al señor frío y llego para quedarse por lo menos muchos de los meses que componen el año. Al menos en gran parte de México donde las temporadas en la mayor parte del territorio no son tan marcadas y aun siéndolo no duran lo que en otras latitudes. El frío nos dejo a su paso una estela de cosas que solemos utilizar con el y después arrumbamos. Ahora es el momento de tomar ciertas decisiones sobre esos artículos antes de alejarlos de nuestra.

Mantas y cobertores. Si de toda la colección de ropa de cama para el invierno tenemos algunos integrantes que ya no lucen tan prístinos por el paso del tiempo, o que incluso no se usaron ni en esta ni en la anterior época de frío, es tiempo de decirles adiós. Generalmente son cosas que generan mucho bulto y realmente nos roban el espacio vital para otras cosas que si se usaron y debemos conservar.

 Suéteres. Aceptemos el hecho aunque se usen poco se gastan y por su conformación de tejido los huecos provocados por habernos atorado en un clavo o una puerta no podemos disfrazarlos ni con el mejor de los zurcidos. La misma regla para las mantas funciona, pasaron uno o dos inviernos sin usar, seguro jamás los usaremos de nuevo porque la moda es implacable y probablemente las tallas también.

 Gorros, bufandas, guantes. En materia de los accesorios es importante ser realistas y guardar solo lo que necesitemos, la mayoría de las veces tenemos una docena de bufandas y solo utilizamos tres. En el caso de guantes guardemos los que tienen par y de gorros los que usamos. Es importante no dejarnos llevar porque en cuanto a accesorios se refiere es muy común que compramos gorros en forma de los Angry Birds o del peluche de moda o la bufanda que se ve linda pero deja pasar todo el aire helado. Guardemos lo que resulta conveniente a nuestra imagen regular en el vestir no lo que terminó siendo un regalo de intercambio o la coquetería de la broma mercadotécnica del momento.

Abrigos. Una buena forma con estos y las chamarras es procurar tener los que complementan varios atuendos pues son tan bromosos que si tenemos uno que haga juego con cada color de traje terminarán aplastados y llenos de polvo.

Botas. Revisa las que tienen buena suela y tapas, las que no estén peladas o deterioradas, si tienes las tapas gastadas repáralas antes de guardar, las que no cumplan un estándar óptimo de estado, bota-LAS.

 Decoraciones. Cuidadosamente limpia y guarda esferas, series de luces, coronas, coronas, etc. Busca una caja que las proteja y colócalas en el lugar que menos riesgo represente, lo mismo el árbol si es de plástico. Un consejo si cada época te gusta gastar mucho dinero en tener lo nuevo de la navidad, mejor busca vender o regalar lo que tienes de la navidad pasada, ya que si cada año le agregas más y más, en un par de años no tendrás clóset para tu ropa pero si una colección pret-a-porter de guirnaldas, esferas y muérdago para lucir.

Una gran opción con la ropa de invierno es donarlas a centros que se encargan de repartirlo en época de frío entre los menos afortunados, pero muestra siempre tu respeto por ellos y lava lo que dones, es desagradable que una prenda donada huela a mugre.

(Foto Cortesía Nacho Eguiarte)