Este día decidí no complicar las cosas en absoluto, ¿Quién por gusto lo haría en lunes?. La primavera ya nos urge a cambiar las bufandas por las bermudas y los guantes por el bloqueador solara. Es el tiempo perfecto para iniciar esos grandes proyectos de organización en casa, aunque en lo personal prefiero trabajar un poco cada día del año en lugar de atajar grandes proyectos en épocas de renovación con este equinoccio; tres consejos pueden hacer grandes diferencias a la hora de tener éxito al poner orden.

Primero. Siempre mantén el enfoque en la foto completa y no en los detalles. Recuerda que si las cosas no salen como lo planeas de ningún modo resulta ser un fracaso, solo es un paso y una experiencia más. Así que si el ritmo de organizar resulta más lento de lo esperado no te frustres al menos reconoce que ya diste el primer paso y los demás vendrán por inercia.

Segundo. Usa el poder de la palabra, conviértela en un amuleto de motivación. Quiero decir con esto que la palabra es poderosa, si la usas como un mantra, cántico o hechizo, decreto (dale el nombre que quieras) encontrarás que al repetirla en tu mente, tu visión de lo que haces se clarificará. Un ejemplo sería “Yo soy la persona no las cosas” otro “Los recuerdos se guardan en la cabeza no en las cosas”. Elige tu propia frase y cámbiala de acuerdo a lo que vas experimentando o necesitando en el día a día.

Tercero. Déjalo pasar, te estresas de solo pensar en la enorme tarea frente a ti. No te enfrasques en eso, da el primer paso y solo hasta terminarlo decide el segundo y así sucesivamente, recordando que nada es perfecto, ni las cosas ni las personas por eso tratamos de mejorar. Piensa este punto como ni dioses ni superhéroes, solo humanos.

Repite los tres consejos en el orden que los requieras y tan frecuente como los necesites te aseguro que tu taza de éxito crecerá exponencialmente, además estos funcionan en cada aspecto de la vida no solo en la tarea de poner orden

(Foto Cortesía Nacho Eguiarte)