Saliendo de casa tomas tu portafolio, tu bolsa, tus llaves, en el camino a la puerta dejas los trastes en el fregadero, los lavas, corriendo se atraviesa el bote de basura, la tomas con el resto de tus cosas, corres por todos lados buscando el celular, cruzas el umbral cierras la puerta, te montas en tu auto, sin darte cuenta ya llevas 5 minutos de retraso. El tráfico como siempre es pesado pero fluye, piensas que lograrás reponer los minutos de atraso cuando, las intermitentes de los vehículos que te preceden te anuncian un retraso mayor por algo que no esperabas, un leve choque entre dos que no respetaron sus distancias. La demora ya no es de 5 sino de 10 minutos. Al llegar a la oficina no hayas lugar en el estacionamiento y tu demora paso a ser de 15 minutos. El error de tu inicio de día fue que de haber salido en el momento indicado hubieras llegado 10 minutos antes aun con los imprevistos.

Sin percatarnos, siempre perdemos mucho tiempo en pequeñas cantidades que acumuladas se vuelven minutos preciosos para dar una impresión profesional o cumplir con las cosas por hacer. Perdemos con facilidad la noción del tiempo, porque tratamos de insertar actividades entre el tiempo de otras ya definidas. En cierto modo lo común de la situación responde a los tiempos modernos donde siempre estamos ocupados y necesitamos manejar los tiempos como malabares de circo.

Podemos evitar esta situación más fácil de lo que creemos. La solución un simple temporizador de cocina. Son esos relojes que sirven para que nos alerte mediante una campanita que el tiempo de cocción de los alimentos ya transcurrió y evitar así que estos se quemen o sobrecosan por dejarlos más de lo debido al fuego.

Su uso es simple, cuando te hallas levantado y estés bebiendo tu café matinal para despertar al tiempo que revisas tu correo electrónico. Determina el tiempo que tienes antes de salir a tiempo por la puerta, digamos 20 minutos, pon el temporizador a 10 para que al sonar la campana sepas que ya tienes que cerrar carpeta, apagar computadora y tomar tus cosas para irte yendo; pon el temporizador otros 10 minutos. Al sonar la segunda alerta sabrás que ya debes estar abriendo la puerta para irte. Si tienes celular, casi todos hoy día tienen la función de temporizador, por lo que no necesitaras de uno de cocina. Con el tiempo te irás haciendo consciente del tiempo y quizá ya no requieras temporizar tus tareas o actividades. Una anotación más, siempre piensa en llegar 10 o 15 minutos antes a cualquier lado para que con ello te evites el estrés de llegar tarde.

Intenta esta rutina y hazme saber si lograste el cometido, como te funcionó o si hiciste tus propios ajustes para un sistema a la medida. Recuerda la meta es tener el control del tiempo en tus manos.