“Es bueno tener el control, aunque haya cosas difíciles de controlar. El manejo del tiempo es una de ellas y al no ser renovable, es vital administrarlo”
Nunca tenemos tiempo de nada, siempre parece que vamos corriendo de aquí para allá, jadeando a veces física o a veces mentalmente. El tiempo es una bomba que hace tic tac y tememos que explote. El manejo del tiempo, es importante, sabiendo que es un recurso no renovable, además que es de un valor muchas veces incalculable, es mejor tenerlo de nuestro lado y no explotándonos en la cara. Técnicas para el manejo del tiempo habrá tantas como especialistas en la materia y como personas organizadas en el mundo. Más que hablar de técnicas, es mejor hablar de elementos que pueden darte una visión sencilla, de cómo puedes hacerte amigo del tiempo y por ende lograr un mejor manejo de él.
Escribe. Si, no me importa si es en una libreta, en un pizarrón o en tu Smartphone. Lo importante es que cada compromiso, cada idea, cada tarea por hacer sea registrada de manera distinta al registro en tu memoria. Esto sirve a dos propósitos. El primero es liberar tu mente de procesos o datos que no son importantes, que son triviales o que gracias a que los anotaste, puedes dejar espacio para que tu cabeza piense en las cosas importantes de la vida, o del día. El segundo propósito es la confiabilidad. Muchos decimos que tenemos una memoria de elefante, pero por angas o mangas, terminamos olvidando algo importante o nos acordamos a última hora. A menos que tengamos memoria eidética, mejor no lo dejemos a la suerte y anotemos las cosas. Como sea, si lo recordamos, el papel servirá de refuerzo no de distracción.
No sobre escribas. Esto va principalmente a las tareas y actividades que tienen plazo o tiempo determinado. Se de gente que hace compromisos, a veces más de dos, a la misma hora y el mismo día, o con diferencia mínima de tiempo entre una y otra cita. También pasa que queremos hacer todo, haciendo una lista de cosas por hacer en el día, tan llena que podría ser la lista de la semana de 7 días no solo de 5. Hay que aprender a decir no a los múltiples compromisos o a las múltiples exigencias. Hay que aprender a darle prioridad a ciertas cosas sobre otras, y con ello debes incluir tu vida personal, familiar y descanso. No somos máquinas, aún si lo fuéramos, también las máquinas llegan a quemarse por exceso de trabajo.
Revisa. Este punto va de la mano a no sobre escribir, pero también se refiere al hecho de afinar. La revisión constante de las actividades en las que estamos involucrados, el cómo van fluyendo para bien o mal, es importante para hacer las afinaciones a nuestros planes de trabajo, para ir manteniendo un balance y no caer en tentaciones de trabajar de más o pretender malabares varias actividades a la vez. Tal como la organización no es organizar una vez y ya, el manejo del tiempo no es hacer una semana de anotaciones y creer que no habrá modificaciones, porque las habrá. Entonces lo mejor es hacer revisión constante y afinando lo que haya que hacer.
Actúa. En papel puede lucir hermoso, se de gente que anotan de manera religiosa todo dato útil, en sus bellas agendas, pero aunque las miran a diario y a diario agregan nuevos compromisos, terminan escribiendo mucho y actuando poco. El manejo del tiempo no es un ejercicio hipotético, es una planeación que debe llevar acción, sin ella, no tendría sentido administrar las horas del día en primer lugar. Mucha planeación, o en este caso, mucha anotación, de nada sirven si no involucras también mucha actividad y realización de lo planeado.
Como última recomendación, debo hacer hincapié en que seas respetuoso del reloj, no solo de tu tiempo, también del de los demás, porque el tiempo es valioso para todos y hacerlo perder es propio de un ladrón. Cumple con tus citas o cancela a tiempo, ya sea que el compromiso sea con otros o contigo mismo, el tiempo es valioso, no lo dejes correr así nada más.