¿Cuántos modelos para armar tienes en el armario sin construir? ¿Cuántos lienzos sin pintar con esos paisajes que adoras? ¿Cuáles proyectos de organización has querido comenzar sin éxito? ¿Cuantas recetas recortadas de revistas no has intentado? Creo con seguridad de no equivocarme, que al menos tienes un par. No es ni raro ni es de avergonzar, resulta que nuestra vida moderna, tan llena de cosas buenas y de confort, también tiene el lado malo de consumir nuestros tiempos de manera despiadada. Bueno es momento de que pongas un fin a esta situación con las siguientes medidas.

Encontrar tiempo priorizando. Bien, tiempo es lo que parece faltar, pero realmente no creo que su falta sea lo que nos impide ejecutar los proyectos en mente, es más bien el hecho de que no establecemos prioridades con la manera que gastamos nuestro tiempo. Tenemos que hacerlo rendir no perdiéndolo y no olvidando lo valioso que es, recuerda que es el único recurso no renovable en la vida. Así como usamos una agenda para recordar fechas podríamos establecer una lista de rutinas y el tiempo que nos lleva además de la hora del día para realizarlas, con ello encontraremos esos quince o veinte minutos que se pueden aprovechar en cosas productivas.

Recorta en cantidad crece en calidad. A veces nos ponemos ambiciosos y queremos hacer trescientas cosas, claro , no conseguimos hacer ni el uno por ciento. No se trata de tener tantos proyectos como imaginemos, se trata de tener pocos o uno si es preciso pero que tenga calidad y que sea viable de realizarse. Más vale pájaro en mano que ciento volando reza el refrán, siempre tenemos que anteponer la calidad a la cantidad. Esta regla prácticamente aplica en todo ámbito de vida.

Genera un plan de acción y establece una fecha. Ya decidiste que proyecto o proyectos son los que si quieres realizar, ahora establece de que modo conseguirás hacerlo, planea que requieres, que tiempo dedicar, dónde conseguir los materiales, que paso será el inicial y cuáles le han de seguir. Teniendo delineado tu plan de acción, cuantifica las horas necesarias para tenerlo terminado y marca en el calendario la fecha límite de realización. Saber que tienes un tope en cuanto a tiempo hará que lo tomes con seriedad, pero es importante que te apegues y cumplas.

Se realista en cuanto a tus habilidades. Si yo me pusiera como meta elaborar las estanterías de mi despensa en madera con terminados de laca, estaría mintiéndome a mi mismo, no soy carpintero ni tengo habilidades en carpintería; mi proyecto por lo tanto está condenado al fracaso antes siquiera de empezar. Si un proyecto no esta diseñado acorde a tus propias habilidades y no tienes los recursos económicos para contratar ayuda, mejor déjalo pasar solo te causará conflictos, angustia y frustraciones; lo peor es que te estigmatizará mentalmente y sentirás que no puedes realizar ningún otro proyecto por lo que nunca lograrás completar nada. Se gentil contigo y no te exijas algo que sabes que no puedes lograr.

No podrás decirme que con esta ayuda tus proyectos seguirán empolvándose, nada de eso. El momento es hoy, el éxito en cada uno de tus proyectos depende de que les inviertas el tiempo y la dedicación acompañados de un plan para ejecutar la acción, así que adelante y manos a la obra.