“El Verano comenzó, días largos y cálidos. Gozar esta estación es vital para reverdecer nuestro espíritu. Hagamos cosas productivas y divertidas estos meses”
No todo en la vida es trabajo, no todo en la vida es estrés, la diversión y la relajación son parte importante de un balance de vida. El verano, es quizá la estación que más oportunidades nos brinda para reenergizarnos. El calor, algo de lluvias, el sol y tantas actividades de exterior que no podemos negarnos a tener cierta indulgencia para con nosotros mismos. Busquemos motivos para divertirnos y soltarnos un poco.
Seguro a estas alturas, nos hemos familiarizado con las actividades que celebran el solsticio de verano. Ese momento en que el día se vuelve más largo que la noche, y que al alcanzar ese pináculo, empezará a decaer hasta encontrar su contrapeso en invierno. Por hoy, vamos a llenarnos de sol, de calor y de actividades que podamos realizar a la par de nuestros quehaceres cotidianos. Vamos viendo algunas maneras de lograr balance en nuestro día a día.
Actividades al aire libre. Caminatas, montar en bicicleta, correr, pasear por un bosque o parque. Respira el aire a tu alrededor mientras te compenetras con la naturaleza. Si tienes perro puedes pasearlo por recorridos más largos que los habituales para que haga sus necesidades. Disfruta el tiempo aunque sea una o dos horas por semana. Recuerda que el clima lo permite y no todo el año podemos disfrutarlo.
Actividades al interior. Juegos de mesa, una serie de televisión, videojuegos, modelismo, bricolaje de pequeña escala. Proyectos y actividades que hacen que nuestra mente ponga su atención en otro lugar; dejando así que los problemas se ponga en pausa por un par de horas.
Reuniones con amigos y familia. La risa, la remembranza de vivencias, la buena comida y poquito de bebida sin olvidar los postres o botanas; son todos aderezos de una manera encantadora de lidiar con el estrés. La convivencia además de crear lazos sociales fuertes, ayuda a dejar pasar las penas. El verano además es cómplice perfecto para hacer inolvidables estos momentos.
Actividades en solitario. Leer, mirar una película que remueva tus emociones, escribir poesía. Todas actividades que necesitas hacer solo, para poder aquilatar el valor del tiempo acompañado y el tiempo propio. Con el solo y el calor del verano puedes compaginarlas para sacar mayor provecho de las tantas horas de sol.
Descanso suficiente. Dormir es esencial, trata de no desvelarte, trata de dormir las horas que tu cuerpo pide, porque si lo castigas sin sueño suficiente, la factura la tendrás que pagar en un tiempo no muy lejano.
Si aplicas un poco de cada una de las anteriores, mezclándolas con el trabajo y las actividades regulares, podrás bajar tus niveles de estrés, mejorarás tu productividad y el balance en tu vida lo podrás recuperar este mismo verano.