Recién empezaba a publicar NACHOrganiza hace más de un año, buscaba maneras de llegar a más gente, tratando de hacer un espacio en la saturada red y sus miles de blogs, que me topé con una plataforma que promocionaba espacios de habla hispana; para ello había que solicitar la inclusión mostrando de lo que trataba el blog. Hice lo propio asumiendo que cumplía los requisitos, al tiempo recibí un correo declinando mi aplicación por razones que me parecieron absurdas, eso me dio luz sobre cómo  muchas cosas en la vida no dejan de ser un club social elitista pero que no por ello debemos tirar la toalla o deprimirnos.

No supe desde ese mismo momento que el rechazo era lo mejor que me pudo pasar, aunque suene extraño, lo fue. Esa negación a algo que creía me iba a dar la exposición necesaria para detonar mi proyecto de organización y que su mensaje llegara a muchas personas, hizo precisamente eso, bueno no lo hizo por si misma sino por el enorme empeño que puse para hacer mejores aportaciones.

Dicen bien que la cualidad de la persona se percibe no por los errores que comete o las ocasiones que tropieza y cae al suelo, se percibe por el espíritu de lucha y la fuerza con que se levanta, aprendiendo a sortear en otra ocasión las piedras; de caer otra vez, volver a levantarse, así es la vida.

Levantarme del rechazo, poner trabajo duro, paciencia y saber que cada cosa lleva un tiempo de cocción como receta, me ha puesto ahora en la posición de que la aportación que hago con publicaciones referentes a la organización de nuestros espacios y asesoría sobre temas de la vida diaria son reconocidas por los seguidores quienes encuentran algo nutritivo en lo que les comparto. Puedo decir que todo ha sido recompensado el reconocimiento va llegando poco a poco, tal vez la ruta es más larga, pero ¿no es la ruta larga la escénica, la que tiene las mejores vistas y nos deja sin aliento de su belleza?

Siempre que tengas un rechazo en la vida, sea profesional, económico, amoroso, piensa detenidamente, no sientas desesperación, porque el rechazo se debe tomar como una señal que te da el camino para detenerte, virar a uno u otro lado, hacer una vuelta en U o continuar a una diferente velocidad. Rechazo no debe ser sinónimo de callejón sin salida, especialmente si otros te lo dicen solo porque ante los suyos decidieron vencerse y hacer del callejón su morada. El rechazo solo es un paso más que cumplir, un requisito que nos hace impulsarnos más fuerte, piensa en ello como si tratases de ser un carrito de fricción, primer debes ir para atrás para tomar cuerda y poder avanzar sin que nada te detenga. De cuando en cuando tendrás cero cuerda, solo es cosa de tomar impulso de nuevo.