Muchas han sido las enseñanzas de organizar aprendidas al trabajar con clientes, todas tienen gran importancia para crecer como organizador profesional.
Cada cliente representa un reto particular, cada proyecto, la oportunidad de dar lo mejor y crecer al aportar soluciones a medida. Mucho se aprende de libros, mucho se aprende de cursos, pero más se aprende de la experiencia directa, de poner las manos a la obra y resolver los problemas que los proyectos de organización representan, tanto para el organizador como para el cliente mismo. No podemos decir jamás, que hay tareas similares, por mucho que en primer instancia pudieran parecerse, cada cual tiene sus tintes propios que las hacen únicas.
Enseñanza De Respeto
Ir a la casa u oficina de cualquier cliente implica que debemos conducirnos en un marco de respeto. Hay que respetar la persona y su espacio, sus costumbres y su manera de pensar. No vamos a imponer lo que a nuestro parecer es mejor, vamos a facilitar la transición de un espacio desordenado a uno ordenado, implementando estructuras que sean concordantes con el cliente. Jamás tomaremos decisiones ejecutivas sin consultar porque las cosas no son nuestras. Me ha pasado al organizar que encuentro trozos de papel con algo escrito, algo que se ve irrelevante y aunque pueda parecer solo basura, consultar el destino del papel con el cliente es indispensable. Si bien, casi siempre resulta ser para desechar, el que sea nuestro cliente y no nosotros quien toma la decisión hace un mar de diferencia.
Enseñanza De Comprensión
Cada objeto viene acompañado de una historia, de un recuerdo, de un nombre, de un aroma y de tantas emociones más. Cada objeto pues, despertará la necesidad por parte del cliente de rememorar de dónde proviene, quién se lo dio o dónde lo adquirió. Parte de nuestro trabajo es estar plenamente conscientes que los clientes libran luchas feroces, luchas que por un lado les pondrán en la vía de una vida más simple, pero por otro les obligarán a partir con cosas queridas pero que dejaron de tener cabida en el proyecto de vida. Es necesario aplicar la comprensión y la paciencia, escucharlos permitirles decir adiós a su modo, después, con gentileza mantenerlos enfocados en la tarea en mano para avanzar. También es importante reconocer que habrá cosas de las que no quieran deshacerse aunque decidan eliminarlas por sentirse presionados ante el tiempo o las circunstancias. Si sienten que hay duda para eliminar, no lo hagan, con ese gesto de compasión le darán herramientas a su cliente y motivación para hacerlo posteriormente o si no, al menos a tener la seguridad de conservarlo, siempre teniendo en mente, honrar las cosas que nos son útiles o embellecen nuestro entorno.
Enseñanza De Orquestación
Esta es de las enseñanzas un tanto divertidas, un tanto estresantes, un tanto de competencia. La razón es que nos volvemos como una especie de director de orquesta, debemos mantener la atención en varios elementos para que la sinfonía salga hermosa. Esto requiere aprender sincronización, lidiar con proveedores diversos, tener un sistema de logística para no quedarnos de brazos cruzados porque no tenemos materiales o herramientas para continuar la tarea que mano. Recuerdo este cliente que deseaba mandar reparar sus muebles de oficina y para no dejarlo sin trabajar un solo minuto, coordiné la mudanza para llevarse los muebles con tiempo suficiente para que los retiraran y me dieran un espacio de varios minutos para colocar el mobiliario temporal que se usaría en la ausencia de los muebles principales. El caso es que tan acertado fue el proceso que al momento que el cliente estaba sentándose en su silla yo terminaba de colocar el último documento trasladado de su escritorio a la mesa sustituta. La verdad que esto de organizar, no es para nada una labor para débiles de corazón, porque conseguir sincronía requiere temple y manejo decidido del estrés.
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Estas son solo tres enseñanzas, a mi parecer las más representativas, pero como les comenté, al organizar se aprende tanto de cada cliente, de sus casos y retos y también de nuestras capacidades de cono profesionales de la organización, porque cada vez ejercitamos el músculo del orden y lo aplicamos con más fuerza a la siguiente tarea.