Haber hablado de los Síndromes de Boreout y Burnout me lleva a no dejar fuera el Mobbing que aunque no es un síndrome si es una conducta que se presenta en el trabajo.
(Vía http://salten-webdesign.no/)
El mobbing es el término en inglés que se utiliza para describir al hostigamiento laboral. Se trata de situaciones en las que se hace blanco a una o varias personas de conductas agresivas, ya sea abiertamente o de manera pasiva, con la finalidad de desestabilizar emocionalmente a quien lo sufre. Hace muchos años se consideraba parte de cualquier espacio laboral, la dureza del trato para mejorar, al menos en teoría, la productividad. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha visto y demostrado que esto no es de ayuda.
Es verdad que anteriormente la gente aguantaba un montón de malos tratos, regaños y vejaciones en el trabajo por tal de continuar teniendo uno. Es así como muchas personas terminan yendo a laborar y subsisten emocionalmente de cheque a cheque. De ahí que el trabajo deje de representar un orgullo y delicia hacerlo. Se hace porque se tiene que comer y para ello se debe devengar un salario.
La persona que sufre del mobbing o acoso laboral, termina perdiendo la alegría de trabajar, su autoestima y en no pocas ocasiones, adquiere una serie de padecimientos mentales y emocionales que dificulta su vida en ámbitos fuera del terreno laboral. No hay un gozo personal, un gozo de familia, un gozo por las actividades que se solían hacer para obtener esparcimiento. También y en casos graves, el individuo puede presentar enfermedades a nivel físico que amenazan su vida.
Las generaciones más actuales tratan de poner límites más claros y certeros respecto a dejar la vida por un salario. Sin embargo, es muy común que las personas que provenimos de otras generaciones, los miremos con desdén porque ellos “no sufren lo que nosotros sufrimos”. Es absurdo pensar que se trate de una competencia donde el premio es negativo. Tristemente, es la realidad de muchas personas.
Las mismas empresas no desean contratar gente que no esté dispuesta a venderle el alma al diablo por un emolumento. Su actitud no condonar estas conductas por parte de jefes u otros empleados suele ser tibia, por no decir fría, en la mayoría de los casos. Es bien importante reconocer nuestros propios límites emocionales y de sanidad física y mental. Sopesemos de hasta dónde es bueno aguantar y hasta dónde es mejor soltar la cuerda. así que si tú tienes problemas de Mobbing en tu lugar de trabajo, denuncia porque aguantar como los machos no vale la pena pues solo te conducirá a un desequilibrio emocional.
Si quieres saber más del tema, te invito a que leas este artículo de tuotromedico.com aquí