Es curioso como muchas veces las condiciones se pueden conjugar para poder llevar a cabo un proyecto en nuestra vida, algunos dicen que las estrellas se alinean otros que es destino y otros ni lo uno ni lo otro. Cuando tu proyecto en puerta es el de desabarrotar tu entorno queriendo después de mucho tiempo hacer de la organización un amigo permanente en tu espacio es frustrante que mientras tú te deshaces de cosas los seres queridos te dan a manos llenas regalos, herencias o legados. Hay formas sutiles de parar esto sin herir los sentimientos de nadie.
Habla de tu proyecto. Este es el punto más importante para lograr que todo se encarrile. Si no hablas nadie te oye, por tanto hablar será la herramienta para que sepan que estas en un proceso de desintoxicación material, así serán consientes en no darte cosas que provoquen más caos al ya existente.
Solicita experiencias. Un regalo no tiene que ser algo que necesite un espacio físico para guardarse, muchos de los más gratos regalos que he recibido en mi vida han sido experiencias, desde una comida, un concierto, un viaje, un pastel, un buen vino. Todas estas te generan memorias que pasados los años te resultarán tan preciadas que serán tesoros más grandes que una grabadora o florero.
Regalos en tu nombre. Este punto es algo que debemos poner más en práctica, consiste en ser agradecido con la vida por permitirnos tener posesiones y disfrutarlas. Mucha gente no goza de esa oportunidad y pedirles a los amigos que hagan donaciones en tu nombre a la caridad que tú elijas ayudará a alguien menos afortunado, tu espíritu recibirá alimento y el de tus amigos se abrirá al verdadero altruismo de regalar sin esperar nada a cambio más que la satisfacción.
Tarjetas de regalo. Bueno tampoco tiene de malo querer cosas y pedir que te regalen tarjetas de regalo es que te den la opción de adquirir aquello que realmente necesitas y no el próximo roperazo para la siguiente época de intercambios. Otra opción similar son las mesas de regalo pero implica que la gente te compre en una tienda determinada misma que pueda no ser del agrado de quién te regala. La última es ser honesto y decir que necesitas, creo que los tiempos han cambiado y tener la madurez de pedir un abrelatas en lugar de un cucharón no debe ser motivo de molestia, esta opción sopésala antes para no fastidiar susceptibilidades o reglas de etiqueta con los demás pues mis reglas no son las de mi vecino.
Como ves, no tienes que ser duro con alguien que desea regalarte un presente, siempre que antepongas tus sentimientos con cortesía, lejos de ofensas cosecharás la admiración de tus amigos y familia sobre los proyectos de mejora de vida que realices.