Como arquitecto, me gusta utilizar las palabras apropiadas cuando de inmuebles se trata. Esa es la razón que tengo para dividir perfectamente dos conceptos que a menudo se utilizan como sinónimos y no lo son. Casa y hogar; una casa es el espacio físico susceptible de ser habitado, es la finca, la construcción, al final de cuentas un cascarón. El hogar es como trilladamente se dice, donde el corazón está; un hogar es el compendio de experiencias, sentimientos, seguridades que nos brinda el refugio que habitamos. La casa es el cascarón, el hogar el contenido. La casa puede ser el valor monetario pero el hogar son los valores que importan, por eso es que tienes que tener un respeto especial a tu hogar, no obstante que la casa no sea propia. Para hacer de una casa un hogar disfrutable puedes empezar haciendo varias cosas.
Pasa tiempo en él. Cada que asesoro a alguien en un proyecto arquitectónico, decoración y organización, se los digo para que les quede grabado, el hogar debe ser el sitio a donde una vez que llegas quieres estar confortable disfrutando su serenidad, si al llegar ahí lo primero que piensas pasados 5 minutos es salir corriendo a otro lado algo falla que te hace no experimentar el espacio como tuyo
Usa su espacio. Complementando el punto de pasar tiempo en tu hogar, es usar cada rincón, no tener secretos con tu entorno, utilizar la cocina aunque no cocines; disfrutar un baño largo de vez en cuando en lugar de solo la ducha apresurada del día a día; tratar los espacios como santuarios de tu espiritualidad, porque son esos espacios y su uso los que te confieren seguridad más estabilidad emocional.
Respeta su manifestación física. Respeto es la palabra que uso a menudo, para las posesiones, para los espacios, trata tu refugio con el más alto de los respetos. Úsalo no lo abuses, especialmente si no es propiedad, porque el rencor de no ser dueño no debe romper con el hecho de que tu hogar y como lo tratas te definen en lo más íntimo de tu personalidad.
Compleméntala con música. Hay una estación de radio que solía publicitarse como el soudtrack de tu vida, creo que ya no lo hacen, pero la frase es buena para definir este punto. La música acompaña a los espacios y es cómplice de las emociones por eso pon música a la par que habitas tu hogar, eso fomentará recuerdos de todo tipo que serán disparados en el futuro con solo escuchar un par de acordes de cierta melodía.
Compártela sin angustias. Diviértete en ella, invita amigos y parientes, gózala disculpándote lo menos posible o nada por el hecho de que haya cosas que quieres arreglar y no lo has hecho. Todo ser querido preferirá la convivencia a las razones de porque la chapa de la puerta sigue caída. Forja toda una serie de experiencias y aventuras en las mismas paredes que envuelven tus sueños y te guardan del estrés de la vida diaria.
Resta solo decir que tú haces el hogar, la casa solo son ladrillos y cemento.