Un postulado de Joseph Newton, ministro bautista americano es el Principio del Vacío. Sus palabras son como bálsamo para lograr el desapego material y una mentalidad de abundancia.

principio del vacío
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¿Cómo el Principio del Vacío ayuda?

No pienso reproducir la totalidad del escrito de Newton aquí. Mi razón es que abunda en la red tanto en versión escrita como en video. De hecho acá puedes ir y leerlo todo para que veas lo bello que es. Yo más bien quiero tomar unos fragmentos y comentar con mi propia filosofía de vida. Creo que al final de cuentas el que tenga el agrado de que me estes leyendo se debe a que resonamos de cierta manera en nuestros pensamientos.

La frase que abre el Principio del Vacío

Usted tiene el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabe cuándo) podrá precisar de ellos.

Todos de un modo u otro tenemos esa necesidad de guardar cosas. Pensamos que podremos necesitarlas. Claro, algunos comprendemos que llega el momento de sanear clósets, áticos, desvanes, etc. Sin embargo para otros, resulta muy difícil partir con las cosas. No es solo pensar que las pueden necesitar. Se trata de un sentimiento más profundo. De una mirada casi catastrófica a no poder comprar un par de zapatos, una blusa, un cuaderno. Es una mentalidad de escasez. Así pues, que mientras se tienen las cosas, se pretende perpetuar la propiedad.

Vaciarnos de lo que no tiene brillo

Con esa frase de apertura, debes saber que el texto se sigue con esa tónica. Nos habla de no aferrarnos a las cosas viejas, a las cosas gastadas, a los sentimientos negativos como la tristeza o los miedos. Joseph Newton nos dice que eso es una mentalidad de anti-prosperidad. Que marcando como pauta de vida el apego a lo que no tiene razón de ser, nos perpetuamos en el ciclo de la carencia, sobre todo porque no nos abrimos a la abundancia. Hay que soltar lo viejo, lo deslucido, lo que no tiene brillo.

Abundancia y prosperidad dejando un vacío.

No carguemos con emociones caducas, con cosas sin propósito real. No, guardar las cosas por si acaso no les confiere un propósito, es más ni siquiera un valor real. Si no soltamos nos aferramos a la desconfianza del mañana, nos aferramos a la pobreza mental de sentir que no merecemos un mejor futuro. Al fin y al cabo nos conformamos con lo que tenemos, y no hable de ambicionar, simplemente hablo de dejar que la energía del universo fluya libremente. Que con su paso no llene de bendiciones, de abundancia, de prosperidad.

Empieza a limpiar tu mente de ideas preconcebidas. Empieza a depurar tu casa, tu espacio, tu agenda. ¿No crees poder hacerlo sola? Puedo ser tu cómplice en esta aventura de perder miedos, aligerando cargas. Una llamada, un mensaje, un correo o comentario es todo lo que necesitas para que establezcamos un puente de ayuda. Del mismo modo te invito a leer mis aportaciones sobre el Efecto Diderot y el Efecto Propietario.