Es realmente común que después de algún tiempo, tu espacio, ya sea oficina y hogar termina resultándote monótono, vives tanto tiempo en el que cada cosa, cada mueble, cada acomodo termina enfriando la relación que tienes con tu entorno. Relacionarnos con la morada que habitamos o en la que laboramos debe tratarse del mismo modo con que se tratan las relaciones humanas, debe haber encanto, sorpresa, innovación para que la monotonía no enfríe las cosas primero y termine por destruir los momentos maravillosos que hemos experimentado. Atender la casa con amor y cariño es vital para revitalizar la relación con nuestro espacio de vida. Por ello prepare unos consejos sencillos para conseguir reenamorarnos de nuestros espacios. Mantén viva la llama.
Organiza. La casa y la oficina son entidades vivas, crecen, evolucionan, se transforman con el tiempo, incluso decaen. En ese transcurso, cosas se rompen y descomponen, se acumulan, se adquieren, por lo que es necesario organizar una y otra vez con regularidad para que todo sea funcional y accesible, inclusive porque un sistema de organización pudo ser eficiente al principio pero resultar obsoleto con el paso de los años. Mantener el orden es vital para que no sientas que la decadencia inevitable llegó para quedarse.
Acentúa. La decoración es parte esencial del sitio que moramos. Es cierto que no siempre podemos cambiar de mobiliario en un espacio, mucho menos el de toda la casa, por eso debemos recurrir a cambios sutiles a través de los acentos. Algunos detalles que cambien de estilo o color pueden hacer que una habitación de un giro de 180 grados y genere esa chispa que iniciará el fuego del reenamoramiento. Nuevos cuadros, jarrones o cojines, son recursos que no cuestan tanto dinero, especialmente si asistes a ventas de cochera o mercados de pulgas. Tu imaginación y creatividad son lo que debe marcar la pauta para redecorar los espacios y por lo tanto darles vida nueva.
Pinta. Cuando hay un poco más de presupuesto y sobre todo ganas de emplear la grasa del codo moviendo una brocha y un rodillo, no hay como cambiar el color de las paredes para generar una sensación nueva y excitante en un espacio. La pintura es tu mejor aliada para lograr el cometido, es la celestina perfecta en la cita para reencontrar miradas con tu espacio. Atrévete a salir de la caja, pinta de un color que además de estar de moda te resulte agradable y fuera de tu zona de confort, ve por un muro de acento o por todos los muros de la habitación, sentirás que te han transportado a otro sitio sin siquiera mover los pies.
Acomoda. El acomodo de los mobiliarios existentes es uno de lo motivos principales por lo que la monotonía acude a nosotros. Sentimos que se convierten en una realidad fija, inamovible, un ancla que mantiene no solo estático el bote sino que en ocasiones con las condiciones en contra puede ser el lastre que hunda la historia de amor con nuestra morada. Piensa en un nuevo acomodo, lleva de aquí para allá el sofá, invierte la posición de las mesitas laterales, pierde la simetría, busca un nuevo centro. Lo único que requieres es mover de un lugar a otro las cosas, eso te ayudará a recordar que no están pegadas al suelo, que pueden mirarse con otra luz con solo moverles unos pocos centímetros. Ese nuevo acomodo te irá dando pautas para mover tus accesorios también, acepta que el jarrón verde te tiene harta en esa esquina y que si lo colocas sobre el bufetero se verá más interesante; y si no sucede solo busca otro lugar.
Limpia. Este punto debes aplicarlo sin miramientos en cualquiera de los consejos anteriores. Pero no una limpieza regular de esas que son para mientras viene la suegra. Afronta con dignidad que tu casa necesita una limpieza profunda, es como cuando tu vas al spa a someterte a una exfoliación y limpieza de poros; tu casa también lo necesita, necesita que le quiten las capas muertas para respirar de nuevo y transpirar paz, alegría y serenidad. Consiente un poco más a tu casa, al final de cuentas propia o rentada es tu refugio contra el mundo exterior y sus demonios. Ama tu espacio y mantenlo limpio como mantienes limpio tu cuerpo.
Son consejos simples y fáciles de lograr. No requieres más que dedicación, tiempo y sobre todo ganas de que el amor vuelva a florecer, como toda relación el amor es una planta que debe regarse con regularidad.