En nuestro país no es tan común que se trabaje desde casa. La mayoría de la fuerza productiva de la nación asiste a una empresa o local a desarrollar su actividad, aunque con mayor frecuencia y alentado por los cambios tecnológicos ha habido un crecimiento en los trabajos realizados desde el mismo hogar. Desde profesionistas y prestadores de servicios que manejan un negocio en casa, hasta grandes empresas transnacionales principalmente que permiten que las labores se realicen a distancia. Esto tiene beneficios como el aprovechamiento del tiempo pues no hay traslados de la casa al trabajo, menos congestión, menos gasto y mejor aprovechamiento de la convivencia familiar. Pero no todo es miel sobre hojuelas porque esta modalidad de trabajo puede ser un arma de doble filo en materia de concentración y productividad si no se definen bien los lineamientos de dónde comienza el trabajo y dónde termina la casa cuando ambos están en el mismo espacio físico.


© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza

Distracciones. Antes que pasar del modo hogar al modo trabajo, asegúrate de atender cualquier posible distracción que haga que tu labor no rinda en productividad lo que debe. No desestimes nada porque desde un timbre a mal momento o las llamadas impertinentes del vendedor telefónico pueden cortar tu tren de trabajo. Desconecta timbre; silencia el teléfono o si es vital para tu trabajo corta las llamadas no laborales en menos de un minuto; despacha todo lo que tenga que ver con la familia del mismo modo que harías si fueras a desplazarte fuera de casa. La clave del trabajo en casa consiste en marcar bien la raya donde una cosa comienza y la otra termina.

Horario. Marca un horario del mismo modo que estuvieras en una oficina. Determina la hora de inicio, la de término, comida, diligencias que se tengan que hacer fuera, etc. Llevar un horario sistemático ayuda a conseguir hacer más con el tiempo que se tiene.

Escritorio. Escritorio o mesa o rincón, de lo que se trata es de disponer de un espacio físico especialmente destinado al trabajo, no se trata de que atiendas el negocio desde la cama o desde el retrete, se trata de que aunque estés en tu propia casa profesionalices tu actividad teniendo lo que se necesita en un lugar y perfectamente organizado.

Lista de pendientes. De esta hemos hablado siempre y en todo momento, siempre haz una lista de tus pendientes del día y tenla a la mano y de ser posible a la vista para que te recuerde el paso que llevas a lo largo de tu día laboral. Tacha o pospón lo que se cubre o lo que no y no olvidarás nada al final del día.

Pausas. Importante que las hagas de cuando en cuando levántate y estírate cinco minutos, bebe agua, toma alguna botana de preferencia saludable para que disfrutes realmente el corto descanso y te revitalices adecuadamente para llevar a término tu día laboral.

Siempre recuerda estos pasos y lo más importante, no porque estés en casa dejes de tratar tu trabajo como todo un profesional.