Tener un sistema de organización adecuado es primordial para evitar la desorganización. A veces creemos tener el indicado cuando no es así.
Escribir sobre los diversos factores que contribuyen a la desorganización que establece el ICD en la ficha técnica del mismo nombre es toda una delicia. De hecho, creo que esa ficha es básica para entender elementos están obstaculizando el éxito de organizar. Vamos a ver lo que respecta al sistema de organización que es algo sencillo, o se carece de él o se tiene uno que es ineficiente.
Carecer de un sistema de organización
Si no tengo cajones para guardar, si no tengo repisas para colocar, si no tengo un tubo de donde colgar los ganchos, inevitablemente me llevará al caos. Las cosas requieren una casa a la que pertenecer. Sin casa se vuelven errantes domésticos, vagabundos que irán de aquí para allá sin nada que les detenga. Esto no es ciencia compleja, requerimos sistemas de organización para conseguir el orden. Pero hay que prestar atención a los mismos.
Tener un sistema ineficiente
En ocasiones tenemos repisas, roperos, contenedores y demás. No carecemos de un sistema, pero ese sistema fue adquirido sin un raciocinio previo de cómo debería funcionar y a quienes debería servir. De hecho durante una clase anoche comentaba esto. No pocas veces nos enamoramos de algún tipo de contenedor o sistema que haría que el proyecto se mire lindo. Al menos esa es la idea primaria, sin embargo no resulta así. La razón es simple, el sistema de organización en particular, requiere más pasos para concretarse. Si tenemos una persona que batalla con el orden y le ponemos un sistema complejo, no lo va a seguir por más lindo que se pueda ver. Siempre hay que tener en la mente quién usa y cómo se usan los sistemas a implementar, así que mucho ojo.
A veces no se tiene y sufrimos. A veces se tiene y también sufrimos. Se trata entonces de entender las condicionantes de un proyecto, saber cuánto esfuerzo se quiere invertir y cómo se va a utilizar el sistema de organización cotidianamente para resolver cuál de ellos es el adecuado.