Difundida en medios de comunicación y redes sociales, la organización perfecta es un tema controversial a tratar cuando hablamos de orden.

Imagen por Manseok Kim desde Pixabay

Quizá esta publicación va en una dirección un poco diferente de lo que esperabas, sin embargo, es importante hablar de lo que consideraríamos una organización perfecta, desde la mirada de una persona que no tiene sus habilidades de organización bien desarrolladas. Además, esta entrega sigue formando parte de los que yo llamo fascículos acerca de los factores que contribuyen a la desorganización, claramente marcados en la ficha técnica del mismo nombre del Institute for Challenging Disorganization®

Error y perfección

Cierto que todos deseamos tener una organización perfecta, funcional, hermosa, etc. Pero ¿qué pasa cuando en el camino se aparece el miedo al error? Fracasar es uno de esos temores adoctrinados socialmente. “Debemos triunfar siempre de lo contrario tu valor se ve raspado”, tal parece que ese mensaje lo llevamos desde nuestro primer día en existencia. Esta idea latente hace que algunas personas no busquen organizarse pues se anticipan a un fracaso que ni siquiera saben si va a ocurrir. El error es parte integral del aprendizaje. En organización es igual, si tus habilidades de orden no son las mejores y no practicas, cometiendo errores de cuando en cuando, tu músculo organizador no desarrolla su potencial. Deja de compararte con Belinda, no siempre es cierta la frase “ganando como siempre”, errar es de humanos y es necesario para aprender.

¿Basto y abundante igual a organización perfecta?

Relacionado con el miedo a cometer errores, está el asunto de adquirir mas de lo necesario para llegar al nirvana. Con tintes hasta de consumismo, pensamos que si compro el extra por si me equivoco estará bien. Y en ese mismo espíritu adquirimos accesorios para organizar basados en algo parecido a un espejismo. Deseamos intensamente un entorno perfecto, por tanto, me lleno de cosas para lograrlo, cuando lo que estoy consiguiendo es exactamente lo opuesto. Más cosas implican menos espacio. Más cosas propician más angustia y desespero. No se trata de meter más aire al pulmón sino de aprender a respirar mejor. No temas errar y no empieces por el final. Aplica a cualquier actividad, no por comprar hoy todo el material artístico de la tienda mañana serás Frida Kahlo, Tamara de Lempicka o Leonora Carrington. Empieza con aprender el método

Aunque me lleve la vida

“No me presiones, esto lleva tiempo”. Las mejores cosas de la vida requieren tiempo. Tiempo para madurar, tiempo en un largo proceso artesanal, tiempo para lograr maestría. Es completamente válido tomarse el tiempo necesario más no la vida entera. Es una creencia muy peculiar esto de tomarse el tiempo para organizar. Igual que los miedos y la abundancia, está relacionado con la perfección. Es verdad que el tiempo nos hace mejores en muchas actividades, más para ello se requiere práctica no solo tiempo. Es por ello por lo que mover un pie pidiéndole permiso al otro no hace que el tiempo por si solo, logre que las cosas sean perfectas. Además, siempre es bueno tener en mente la frase de Sheryl Sandberg “Mejor hecho que perfecto”.

¿Se puede aspirar a un alto estándar en la organización? Por supuesto. ¿Ese alto estándar funciona para todos? De ninguna manera. Podemos tomar inspiración del “perfeccionismo” de Pinterest o Instagram, sin embargo, hay que ponernos en una realidad cómoda para nosotros. Si la organización te va a causar más problemas de los que te resuelve, entonces no es organización. ¡Vamos a ver tu opinión!