¿Vociferas por el desorden? Te puedo asegurar que muchas personas lo hacen, incluso a mi me puede pasar a menudo, así se empieza a organizar.

empieza a organizar
Imagen por Ulrike Mai desde Pixabay

Todo proyecto en la vida implica un inicio, un proceso y una meta. Desde la creación de un artículo, una receta compleja o un proyecto de organización. ¿Concuerdas conmigo? Tal vez también lo hará al reconocer que en su mayoría comenzar los proyectos requiere hacerlo desde cero, es decir, sin un impulso previo o inercia. No es extraño pues, que cuando se trata de organizar los espacios el empezar sea una lista de cuestionamientos naturales ¿Por dónde comienzo? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué requiero para empezar?

Por dónde empezar a organizar

Esta duda legítima aplica no solo al acto de organizar, sino a la realización de cualquier proyecto. Puedo asegurar que de las consultas que recibo la gran mayoría tiene que ver con determinar cuál es la punta de la madeja que se quiere desenredar. En organización no hay respuestas correctas, sino caminos diferentes para llegar a la meta. Entonces, mi recomendación es que empieces por el sitio que más te pone los pelos de punta, o el rincón que más afecta tu calidad de operar diariamente o por el lugar que menos dificultad representa. Estos tres puntos de arranque son también ese primer movimiento que irá generando inercia sostenida.

Qué hacer y qué no hacer

No está por demás decirte que requieres una respiración profunda y paciencia cada que atajes el proyecto. Definitivamente debes fraccionar el proyecto en tareas pequeñas que no te agobien y que puedan concretarse en lapsos de tiempo breves. ¡Quítate de la cabeza esas organizaciones desgastantes de fin de semana! Eso rara vez funciona, por el contrario, genera una sensación de repugnancia al hecho de organizar. Fraccionar los proyectos es tareas es una técnica bien probada para personas con desorganización crónica y TDAH ¿y qué crees? Funciona para cualquiera no solo para ese grupo.

Otra recomendación es no picar por aquí y por allá. Hay que seleccionar un área y trabajar en ella hasta terminar. ¡Yo te entiendo de verdad! También me pasa que llevo mi ropa limpia a guardar al clóset y al encontrar una cuchara dejo la ropa y llevo la cuchara al fregadero; estando ahí me topo con un libro fuera de lugar que traslado solo para darme cuenta de que no he terminado de sacudir el mueble por sacar la ropa limpia. Requiere enfocarte en una tarea a la vez y realizarla sin distracción. ¿Y si te encuentras algo fuera de sitio mientras tanto? Apártalo y atiéndelo una vez que terminaste la tarea en mano.

Recuerda, siempre empezar en pequeño. Para subir todos los peldaños de una escalera solo requiere subir el primero, después seguir con los demás.

Requerimientos de la organización

Ya te miro haciendo tu lista de canastos, contenedores, etiquetas y cuanta monería has visto en Instagram y tiendas en línea. No puedo decir que eso sea malo o que incluso sea una equivocación. Caminos para llegar al meta hay más de uno. Solo debo decirte que antes que gastar una pequeña fortuna en accesorios organización necesitamos saber qué vamos a contener y en que cantidad. Yo te puedo apostar que incluso en casa, entre el cúmulo de posesiones ya tienes cosas que puedes utilizar. Recurre a la creatividad y también contenedores temporales que hasta que demuestren su utilidad se sustituyan por auxiliares permanentes en estilos y calidades que se adapten a tu presupuesto y estilo personal. No tienes que romper el cochinito con ahorros para organizarte.

Como puedes ver, estas son las recomendaciones base que te propongo seguir para lograr ese nirvana del orden. ¿Y si no puedes hacerlo por tu cuenta? Recurre a la ayuda de los profesionales como yo que con gusto te proporcionaremos ideas y técnicas para lograr el éxito. Se trata al final de cuentas de ejecutar un sistema personalizado y fácil de seguir, no lo compliques innecesariamente.