Hombres, esta publicación esta dedicada a todos ustedes. ¿Cuántos pueden levantar su mano que no sean acumuladores de cartera? Casi con seguridad, muy pocos. ¿No queda claro a que me refiero? Bueno, no me refiero a que acumules carteras de todos los tipos, colores y materiales; se que las mujeres si pueden caer un poco en ello con sus bolsos. No se trata de eso, se trata de que la gran mayoría de los hombres tienen la cartera del tamaño de un emparedado de dos pisos de tanto papel que cargan en ella; todo tipo de papeles excepto el que pudiera importar más, el papel moneda.

Aunque en la vida diaria, ya sea en la casa u oficina el hombre sea más o menos ordenado, pasa que su cartera no es tan prolija. En ella acumulan documentos de importancia y papeles que más pertenecen al bote de basura. El pretexto más simple es que lo pueden necesitar. Si miraran al interior de lo que traen, pueden ver que existen papeles que pueden tener hasta seis meses de antigüedad o inclusiva más.

El trayecto que recorren los papeles de la cartera debiera ser el mismo que el de un correo al llegar al buzón, leer, determinar, archivar o descartar. ¿Qué sucede entonces? Un documento que termina en la cartera, primero que nada lo recibe el portador por alguna compra, un intercambio de tarjetas de presentación, un volante en la calle, etc.  Después, aunque hay un proceso de pensamiento y determinación inmediato, pasa a guardarse; en ese punto es cuando la trama pierde su consecuencia. Al llegar al destino, no se vuelve a revisar el contenido de la billetera por lo que documentos empiezan a sobreponerse unos sobre otros y se les da tratamiento de importancia por igual a todos, nunca se verifica si esto es procedente o no, por tanto queda en el olvido hasta el momento supuesto en que se requiere de uno. Mis recomendaciones son simples.

Revisiones diarias. Yo opto por revisar a diario mi billetera, determinando si los papeles que colecte en el día son importantes, si deben guardarse o son desechables. Al momento de hacer esa determinación, lo que se conserva pasa a la bandeja donde guardo todo lo que hay que archivar para llegado el momento, darle salvaguarda a los papeles. En caso de no hacerlo diario, hazlo al menos cada semana.

Tarjetas de presentación. Revisa cuidadosamente los datos y valora la necesidad de conservar las tarjetas. En caso de hacerlo consigue una caja para ellas o un tarjetero. En lo personal llega un momento que siento que tengo demasiadas y he optado por buscar una App para escanearlas y tenerlas de manera digital. La otra cosa que hago es que cuando se trata de personas que utilizo muchos sus datos, mejor los capturo en mi lista de contactos. En cualquiera de los casos prefiero estos métodos al papel. Claro que guardo unas cuantas en papel pero son las menos. Importante es que anexes como notas todos los recaditos que colocamos en las tarjetas porque pueden ser datos de importancia para después.

Vouchers. Son documentos de importancia, necesarios para llevar la contabilidad o conciliar nuestras cuentas. Yo los anexo después de ser retirados de la cartera en sus respectivos lugares con los estados de cuentas, después verifico en línea que los cargos se hayan realizado correctamente para no esperar a que se emita el balance del mes.

Notas. Si se trata de notas que no sirven para fines de garantía, devolución o conciliación, las tiro. En caso contrario las guardo en mi archivero bajo la categoría correspondiente. Muchas veces terminamos cargando las notas por más tiempo del que tienen utilidad, haciendo bulto sin sentido en nuestra billetera.

Papelitos. En esta categoría entra todo lo que no es importante. Notas tomadas al aire, volantes de negocios, indicaciones o direcciones. Revisa todo, extrae los datos que sean importantes y deshazte del papel.

Precaución. Con estos tiempos de inseguridad, procura cargar en la billetera solo el dinero necesario para el día, una tarjeta de crédito para emergencias solamente, licencia de conducir e identificación oficial. Por experiencia después de un asalto, robo o pérdida, tratar de cancelar y conseguir duplicados es un verdadero calvario. Además que cargar muchas tarjetas de crédito o dinero en efectivo suele ser una invitación a gastar sin medida.

Deja de acumular papeles, sácalos de la cartera y deja en ellos los que son necesarios, los billetes. Además trata de mantener una cartera en buenas condiciones, pues habla de tu persona el que tu cartera este limpia o desvencijada. ¿Y tú, cargas muchas basura en tu cartera?