Los tiempos siempre deben ser cautos en materia económica, nunca debemos dar por sentada la bonanza como un estado permanente. Hemos visto a lo largo de nuestra vida como las crisis económicas pueden mermar la capacidad de las personas para adquirir hasta lo más indispensable, la permanencia en una casa o la propiedad de un automóvil. Por ello aunque tu bolsillo se sienta libre y respire desahogadamente no debes confiar en que siempre será así, por eso aprender a ahorrar cuando estamos holgados es importante así no tendrás que aprenderlo cuando sea una obligación más que una opción. La regla para esto siempre es, ha sido y será la de echar mano de lo que se tiene a su alcance. A la hora de organizar no cabe la excepción.

Si en alguna ocasión que has ido a tu supermercado favorito o a alguna tienda de mejoramiento del hogar has visitado el pasillo de la organización, te habrás dado cuenta que los accesorios necesarios para poner el orden los hay desde muy asequibles hasta muy costosos; pero ¿Para que ir y dejar nuestra quincena en esos sistemas cuando en casa muchas veces los tiramos a la basura? Así como lo lees, en casa siempre estamos deshaciéndonos de cosas que podemos reutilizar para organizar nuestras pertenencias, tales como:

Cartones de huevo o viejas charolas de hielo. Estos puedes usarlos para organizar tu joyería y accesorios, mancuernillas, entre otras.

Contenedores de toallas húmedas. Estos pueden ser apilados en las repisas conteniendo crayones, plumones, bolígrafos, marcadores, material de primeros auxilios, hilos de costura, etc.

Frascos de vidrio. Guarda muestras de pintura para retoques en la casa, tornillos, tuercas, monedas, botones, alfileres, agujas, clavos y un sinfín de pequeñas cosas.

Organizador de tazas que quedó después que estas colapsaron. Usa este tipo de organizador para colgar de él mascadas, bufandas, listones, cachuchas.

Cajas vacías de pañuelos desechables. Guarda las fastidiosas bolsas de plástico que aún te dan en el supermercado, aunque yo te pido que cambies a la opción de bolsas de tela o plástico no desechables pues hacemos menos daño al ambiente.

Contenedores transparentes de comestibles. Si son muy grandes puedes colocar zapatos de ocasión que no quieres que se llenen de polvo; en los de menor tamaño guarda bolas de estambre, artículos de manualidades, o cualquier material de papelería aprovechando que puedes ver su contenido aun estando en repisas apiladas.

Bolsas con cierre o sello. Estas son tan prácticas para guardar cosas dentro de cajones, cables, tarjetas, fotografías que no enmarcarás, etc. Siempre guarda cosas similares en la misma bolsa, no mezcles contenidos porque solo estarás embolsando el desorden no acabándolo.

Tubos de cartón largos. Úsalos para mantener la forma de tus botas sin que se doblen, o para guardar impresos que no quieres que se dañen. Puedes usar trozos de tubos de PVC también.

Cajas de casete de audio. Si tienes edad suficiente para conocerlas, te digo que ahora las puedes usar para guardar cables de cómputo o pequeños accesorios delicados como tarjetas de memoria y otros.

Ahora lo sabes, antes de comprar revisa lo que vas a tirar, ahí encontrarás la posibilidad de ahorrar varios pesos; y claro ponle tu toque, con algo de papel, pintura o adorno. Comparte con nosotros tus creaciones.

nachorganiza@yahoo.com