Una buena parte de los que siguen el blog NACHOrganiza y me incluyo, conocemos esas tiendas de venta por volumen, donde pagas una membresía para ahorrar pesos al comprar por paquetes. Pues deja decirte que es quizá uno de los espejismos más bien logrado en nuestro medio. No estoy diciendo que no sea real el ahorro, tampoco que hayamos sido víctimas del engaño por publicidad dudosa. Lo que digo es que comprar por paquete puede ser más costoso si no refrenamos el ímpetu por consumir. Bien decían nuestras madres o abuelas, mientras más vemos más queremos.
En el consumo pasa algo similar, por ejemplo, si hemos comprado una botella de champú de un litro, cada día que nos bañamos vemos la enorme botella y la apretamos para usar su contenido; pasa pues que nos servimos más de la necesaria o ni siquiera nos inmutamos si parte termina circulando la coladera dejando su camino de espuma al diluirse. Vemos tan basto el recurso que no nos importa desperdiciar un poquito, pero ese poquito al paso de los días consume el litro entero y corremos a resurtir el producto solo para repetir la misma conducta indolente. Así como con el champú, así desperdiciamos otras cosas. La solución que hay para parar el desperdicio es dosificar, pero no te confíes, no es dosificar poniendo atención al usar el producto, a la larga todos fallamos.
Mi solución a la dosificación es servir los distintos productos que uso en casa en frascos o dispensadores pequeños para crear conciencia de que si dispongo de más el bote acaba vacío. Dosificar por medio de dispensadores es la manera que a mi me ha permitido realmente ahorrar en mis compras por bultos.

© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza
Pruébala y seguro me darás la razón; ¿A poco cuando sales de viaje las amenidades del hotel no haces que te duren varios días por el simple hecho de que son frascos pequeñitos? Por mi parte y solo por hoy, dosifico mis palabras, buen inicio de semana.