Saber de la relación entre ambiente y desorganización ayuda a comprender que la falta de orden también deriva de las condiciones del espacio.

ambiente y desorganización
Imagen de Da Modern Da Vinci desde Pixabay

A lo largo de las semanas hemos visto muchos de los factores que contribuyen a la desorganización, mismos que se enlistan en la ficha técnica del mismo nombre del Institute for Challenging Disorganization. De entre los factores situacionales está la relación ambiente y desorganización, pues no solo falta de habilidades o padecimientos físicos, neurológicos o mentales interfieren con el orden. Uno de los motivos más comunes es precisamente la disposición del ambiente o ciertas características en él. Veamos esta semana cuáles son.

La iluminación

Siempre pasada por alto cuando se trata de organizar, la iluminación juega un papel clave. La razón es simple, ¿cómo poner orden cuando no vemos lo que hay? O al menos no vemos con claridad. Es necesaria una iluminación adecuada para no perder rincones por falta de luz. Esos rincones van a atraer caos. Y lo mismo va para interiores de clósets, gabinetes y cajones. Los interiores en colores claros sirven para reflejar la luz. Colocar algunas luces auxiliares o de plano tener una linterna a mano para siempre ver claramente los contenidos.

El espacio de guardado

El espacio de guardado es la casa de nuestras cosas. Tener una casa para cada cosa evita que se vayan de vagabundas. Muchas veces el ambiente y desorganización se colisionan porque no hay dónde poner las cosas, dónde alejarlas de la vista. No hay antídoto para el ruido visual. El colocar algunos muebles de almacenaje hace maravillas, siempre y cuando tengan una lógica para el usuario y tamaños adecuados.

El flujo de la habitación

Si, también las circulaciones en un espacio propician que este se desorganice. Si no puedo circular con amplitud y propiedad, es muy probable que aquello que debe guardarse en ciertas zonas de una habitación, termine mejor solo en la entrada de esta. ¿Te ha pasado que por dificultad mejor dejas todo inmediatamente después del umbral? Los flujos incluso repercuten cómo sentimos el ambiente. Imagina un espacio de oficina donde todo mundo lo cruza y te pone los pelos de punta sin permitir concentrarte. Revisa flujos y adapta la organización acordemente.

Aversión al espacio

Hay espacios que nos causan repulsión. No se trata de que nos den asco, es más una reacción adversa. No los sentimos adecuados, no nos invitan, no son atractivos. Aquí tiene más que ver con la forma física del espacio. Techos demasiado bajos, rincones extraños, ángulos agresivos, dificultad para amueblar, etc. Esto es otro contribuyente al desorden. Si bien poco se podrá hacer con respecto a esto, podemos explorar soluciones si buscamos inspiración en la web para hacer uso de rincones poco atractivos. La mayoría de las veces tiene que ver con invertir en soluciones personalizadas y no en aplicar sistemas estandarizados.

Renovaciones en curso

Si no has pasado por una remodelación en casa mientras vives ahí, te recomiendo fervientemente que lo evites. No solo es molesto, es un atentado contra tu sanidad mental. Yo lo he vivido y no deseo semejante experiencia a nadie. Al tercer día ya quieres asesinar a los trabajadores. En fin, la cuestión es entender que una renovación hace que tengas que desplazar las cosas de su lugar original y eso casi en la totalidad de las veces causa que ambiente y desorganización se batan a duelo, casi siempre ganando el desorden.