“Dentro de las enseñanzas religiosas o morales, ayudar al prójimo es un deber. Que esa ayuda pueda traernos beneficios emocionales, es además enriquecedor.”

Ayudar al prójimo, ¿Qué significa realmente esa frase? De manera práctica ¿Qué es exactamente eso de ayudar al prójimo? Bueno, no se trata de que hoy amaneciera con ánimos de predicador, o que vaya a darles todo un sermón sobre nuestro comportamiento para con otros. Se trata que desde hace tiempo, he venido involucrándome de a poco en algunas causas filantrópicas. No quiero convencerlos de unirse a alguna, más bien el tema, me ha rondado la cabeza algunas semanas, por eso decidí hablar un poco de mi experiencia.

AYUDAR AL PROJIMO

Soy partidario de las causas por los animales, me parece un esfuerzo loable el que hacen las personas que se dedican al rescate, rehabilitación y adopción de perros y gatos. Su motivación es la de ayudar a aquellos que no tienen una voz, que no son capaces de comunicar con palabras su dolor, que dependen mayormente del humano por ser mascotas. En el momento que me subí al barco de la filantropía, desconozco si el término aplique pues se trata de animales, empecé a mirar las cosas de un modo distinto, pues no es lo mismo mirar a distancia. He conocido grandes personas, personas que aportan tiempo, dinero y sobre todo lágrimas y sonrisas a proyectos de rescate animal. Nuestro país no cuenta con programas u organismos que se vean favorecidos por presupuestos oficiales; por eso estas personas me parecen doblemente de admirar, pues pocos entienden una causa como tal.

Varios años han pasado en los que he tratado de aportar un poco de mí. Días se van acumulando, meses apilando y cada vez más, me siento orgulloso de ayudar al prójimo y más allá del orgullo me lleno de tanta esperanza, mi alma se nutre y más deseo ayudar. No es fácil, pues empiezas a sentir empatía y a la vez la desesperación de que en ocasiones no nos alcanzan las manos para abarcar tanto por hacer.

Es exponencial el beneficio emocional que se recibe al ayudar al prójimo. Sé que me dirás, pero son animales no son tu prójimo; bueno no en el sentido convencional que la sociedad tiene, pero si recordamos algunas enseñanzas de San Francisco de Asís, “Todas las cosas de la creación son hijos del Padre y hermanos del hombre… Dios quiere que ayudemos a los animales si necesitan ayuda. Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida“. Esta causa a mí me ha traído beneficios extraordinarios, por lo que a mis ojos los animales son también mi prójimo. Tal ha sido mi beneficio ayudándoles (y a sus rescatistas a través de Adopta GDL) que no recuerdo haber terminado un año y empezado otro más lleno de vibraciones excelentes, que se han traducido a muchos ámbitos de mi vida. Un blog renovado, capacitándome en disciplinas que me gustan, aprendiendo cosas que jamás imaginaba, estados anímicos y de salud más que buenos, bueno, hasta el aspecto monetario ha estado estable, no voy a decir que ha crecido pero mis finanzas están muy tranquilas y mi espíritu mucho más.

Sean pues estas razones, las que me lleven a invitarte a que te unas a alguna causa, la que sea, aquella que resuene contigo, que haga eco en tu corazón, que te haga sentir identificado. Lo importante es retornar lo que la vida nos da de bueno a la comunidad, ayudar al prójimo no es otra cosa más que abonarle a la alcancía de nuestra vida, un karma que en un futuro sea más amable y generoso; pues retornará con creces la inversión que le hagas.

¿Te gustaría unirte a alguna causa para ayudar al prójimo? ¿Quieres saber más de la que yo apoyo?