Honestamente hablando ¿Cuántos de nosotros odiamos realizar trámites ante dependencias de gobierno? No quiero generalizar y decir que el cien por ciento de nosotros preferimos sufrir de una diarrea deshidratante que pararnos en la fila que conduce a la ventanilla de un determinado trámite. Las razones son muchas, algunas muy personales, pero en términos llanos se resumen en algunas pocas. Pérdida de tiempo, malos tratos del personal, desinformación, engorro de tramitación.
© Clay Bennett
Tristemente la burocracia ha empañado la tramitología en este país, al grado de que esa misma burocracia ya no es exclusiva de las dependencias de gobierno, los corporativos empresariales, las instituciones financieras, colegios, oficinas de iniciativa privada, bueno, casi hasta los supermercados para ciertos servicios, se han tornado en una maraña de trámites, muchos de los cuales no tienen sentido alguno. Por eso debemos hacernos al ánimo y tener ciertas medidas organizadas para aplicarse los momentos que debemos realizar cualquier tipo de trámite.
Información previa. Nunca te muevas para comenzar ningún trámite antes de investigar por otros medios lo que debes hacer, lo que debes llevar, lo que tienes que pagar o lo que tienes que solicitar. Primero que nada la investigación te facilita la vida, porque es más sencillo hacer una llamada telefónica o meterte a una página de internet de gobierno o del prestador de servicio en cuestión para tener una visión panorámica de lo que has de hacer. Con el avance de las redes sociales y de las quejas de la gente, muchas dependencias como comercios han mejorado sus servicios de información para que sea más clara y expedita la realización de cualquier trámite.
Preparación de documentos. Habiendo investigado lo que se necesita, costos o tiempos, pasa a la etapa de la preparación de todo documento que requieras para llevar a buen término el trámite, si te vas a la buena de dios sin saber o sin ir preparado lo más seguro es que darás al menos dos vueltas. ¿Para qué gastar tiempo y energía en ello si puedes ordenarte antes de salir de casa?
Presentarse al sitio. Con tu expediente en bajo el brazo, ahora si dirígete al lugar físico donde han de llevarse todos los trámites. Es probable que dependiendo de la complejidad del trámite, necesites hacer varias visitas para entrega de documento y recepción de respuestas. Tal vez incluso tengas que ir a varios inmuebles. Cada que te sea posible y donde tengas que dejar cartas o formatos, toma en cuenta la posibilidad de que te firmen de recibido con sello porque en el mar de la burocracia, los papeles se pierden todos los días.
Recurrir al sistema en línea. Muchos trámites se pueden realizar en línea o presenciales, pierde el miedo y gana tiempo haciéndolos en línea. Otros trámites permiten la concertación de una cita para no tener que ir a tontas y a locas. Usa los sistemas virtuales cada que sea posible porque pueden ser una solución muy buena, no usarlos mandará un mensaje al prestador del servicio que no es necesario y los eliminará. Muchos gobiernos municipales han instalado kioscos en plazas públicas o centros comerciales para el pago o solicitud de algunos documentos. Yo creo que es preferible ir de compras un sábado y parar por un kiosco de esos y no perder un día de trabajo al pleno sol para obtener el mismo papel en la dependencia.
Colectar paciencia. Paciencia ante todo. Tramitar puede ser motivo de muchos corajes, de muchos sinsabores y de muchas groserías proferidas, trata de ganarte a la empleada con una sonrisa, preséntate seguro de ti mismo sin ser arrogante, trata de ser humilde pero no agachón porque no quieres que te agarren de su puerquito. Pero siempre recuerda respirar muy hondo para no perder los estribos.
Yo debo confesar que, aún siendo una persona organizada, que no me gusta dejar las cosas para después o sin solucionar, tango al momento un trámite pendiente. Hace poco más de un año sufrimos un asalto a mano armada en la oficina, donde tomaron mi portafolio con llaves, teléfono y cartera. En ese trance perdí tarjetas e identificaciones, que como tenía fotocopias me fue fácil dar de baja o reponer. Un trámite sin embargo quedó pendiente, sacar un duplicado de mi licencia de conducir, como desde años atrás mi pareja me lleva y trae de la oficina y a la mayoría de asuntos a los que debo atender, no he necesitado realmente la licencia, pero prometo con la publicación de este artículo que no lo dejaré para más tarde aunque no la necesite. En estas cosas como en los seguros de casa o auto es mejor tener que necesitar, así que también tu programa todos los trámites que tengas pendientes, mejor sufrir un poco en una fila que sufrir por no tener un trámite concluido.