Recuerdo a mis vecinos no porque tuviéramos una relación cercana, más que nada por un detalle que a mi parecer es un error cometido con mucha frecuencia a la hora de amueblar la casa que recién empezamos a habitar. El coto donde vivimos es un coto de casa muy pequeñas todas, apenas si llegan a los 60 metros cuadrados de construcción en dos plantas; la baja alberga un galerón que cumple las funciones de sala, comedor y cocineta; en la planta alta dos recámaras una más pequeña que la otra y un micro baño. No me quejo, amo mi casa y todas las renovaciones que hemos hecho en ella.
© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza
El dato gracioso es que de los vecinos, el marido aparentemente poseía una sala en piel negra de sus años de soltería; era juego de sala enorme 3-2-1 con amplios brazos y respaldo choncho. Dicha sala podría haber funcionado en una casa completamente distinta a la que habitaban, una más grande. Obviamente la bizarría quedaba al descubierto cada que abrían la puerta de la calle, se podía ver el tremendo sofá que recorría todo el espacio destinado a estancia y llegaba hasta bien entrado lo que se supone es el área de comedor. Como Arquitecto que soy honestamente no podía dejar de reír, lo confieso pero reforzaba mi punto de que muchísima gente tiene la costumbre de que sus muebles los sigan por cuanta casa compren, renten o pidan prestada.
© Nacho Eguiarte / NACHOrganiza
Los muebles deben ser adquiridos y eliminados conforme al espacio interior que habitemos, es imposible pensar que una sala enorme pueda caber en un espacio pequeño. Y no solo eso es impensable y sacrílego (desde el punto de vista de mi preparación profesional) que se crea que lucen bien. Para ello les presento una analogía, la casa de los sueños de Barbie y una casa de muñecas de estilo victoriano. No podemos pretender meter el comedor de Barbie en la casa victoriana de muñecas porque no tienen la misma escala. Cada amueblado fue fabricado en función del espacio de la casa de juguete y así como los muebles de una casa terminarían congestionando la casa opuesta los de la otra casa parecerían miniaturas ridículas en la casa soñada.
Barbie™ by Mattel™
(Vía La Vida Es Bella)
Si bien la economía no siempre permite comprar muebles adecuados, especialmente si cambiamos de residencia con frecuencia, es importante hacer lo posible para contar con mobiliario que vaya acorde al espacio destinado para evitar que se vea atascado, o en casos de mayor superficie, insuficientes. Todo debe corresponder, necesitamos aceptar ese hecho para que los espacios funcionen y resulten agradables si ser sobrecogedores. Y como recomendación final no porque este en oferta termines comprando una recámara King Size si tienes una alcoba tamaño interés social, lo que terminaras haciendo es poner los buros en otro lugar y tendrás colchón de pared a pared.