Al momento que escribí el artículo anterior sobre el ahorro del tiempo, fue inevitable con aquello de las llamadas telefónicas, pensar en algo que me resulta molesto, los excesivos detalles en las llamadas especialmente en las de trabajo. El teléfono se inventó para acortar distancias se dice, y de manera callada completamos la frase con no alargar las conversaciones. Nuestra capacidad de ser sociables es comúnmente exacerbada y nos extralimitamos en las llamadas al querer redondear nuestras conversaciones, la mayor parte del tiempo con detalles que no conducen a nada y que lejos de ser interesantes son innecesarios y hasta […]