Cada que pensamos en la organización y la limpieza, es muy común pensar que la responsable de todos esos menesteres es el ama de casa, la mujer, en pocas palabras la madre. ¿Por qué aún tenemos esa visión tan machista de que las riendas del hogar recaen en la mamá? Es cierto que en materia del hogar se requiere quién dirija las acciones a tomar para que todo funciones, pero de ningún modo podemos seguir pensando que la madre es quien tiene que hacer todo el trabajo sucio alrededor de la vivienda, esos tiempos deben quedar atrás. Todos los miembros de cada casa deben participar activamente en la limpieza, organización y mantenimiento del hogar haciendo que las tareas se distribuyan de manera eficaz entre todos los involucrados. Unos pocos consejos para clarificar esto y hacer de todos los días de la semana un 10 de mayo que festeje a la creadora de nuestros días.

Responsabilízate de tu desorden. Primero que nada debemos tomar responsabilidad de nuestro propio desorden, guardando nuestra ropa limpia, llevando la sucia al bote correspondiente, sacando nuestra basura al contenedor apropiado, tendiendo nuestra cama, sacudiendo, barriendo, trapeando el espacio que ocupamos.

Repartamos las tareas. Hay un sin fin de cosas por hacer en la casa siempre, desde poner la mesa o lavar los trastes, cocinar, lavar la ropa, pequeños y grandes arreglos de mantenimiento, la limpieza de las áreas comunes, etc. Debemos repartir cada tarea para poder hacer los quehaceres más fácil y con menos esfuerzo dividiéndolos para conquistarlos. Las tareas se pueden repartir ya sea por la destreza en realizarlas o de manera rotativa para que todos nos enseñemos a hacer de todo, recordemos que la dinámica poblacional indica que la gente se va de casa a vivir sola hoy día más que en otras épocas por eso es necesario ayudar ayudándonos.

Respeto por el trabajo ajeno. Esta para mí es la máxima que debe regir las tareas del hogar; nadie quiere vivir en un ambiente sucio o desordenado; nadie es particularmente afecto a la ropa sucia o sin planchar; ninguno de nosotros somos del tipo de gente que queremos tener una torre de babel en el fregadero con los trastos acumulados (cito a una querida amiga cuyo nombre me reservo). Por todas estas razones es importante respetar, admirar y también por qué no, alabar el trabajo de la madre cuando de organización y limpieza se trata. No conozco trabajo más mal pagado, mas duro y menos reconocido que el de ama de casa, así que empecemos a cambiar esto respetándolo y ayudando para que mamá no sienta que está sola rodeada de gente.

Demostremos el amor a mamá u honrémosla si ya no está con nosotros dando valor a los quehaceres del hogar y dándole la ayuda que necesita no solo flores y chocolates el Día de las Madres. Y otra cosa si piensas regalarle una plancha o una cazuela mejor abstente y regálale amor o mejor algo para ella no para que trabaje para ti, ella en silencio te lo agradecerá, créeme.