Para cerrar esta semana de temas de oficina, hice un breve aporte sobre los consultorios médicos que amablemente me han pedido. La prioridad al diseñar un consultorio médico o cualquier otro espacio dedicado a la salud y bienestar es la funcionalidad. Un consultorio no es un espacio basto, generalmente es lo justamente grande para contener las actividades que se realizan, la consulta por un lado, la auscultación por el otro; por ello es importante que la función y el flujo se lleven a cabo correctamente delimitando y marcando ambas áreas. El resultado estético de los consultorios viene determinado en su mobiliario pero sobre todo en su aspecto de limpieza, confort y serenidad. Se piensa que un consultorio es poco atractivo pero la verdad es que se pueden emplear algunos trucos para destacarse de lo común y corriente, no hay razón para que un consultorio sea aburrido o institucional.

(Consultorio Hello Kitty en Hong Kong Vía Hello Kitty Hell)
Claridad. Este punto habla de la impresión general al entrar en un consultorio médico; deber ser ordenado, limpio y claro en el mensaje de que se atiende dentro, no es correcto que parezca oficina de burócrata sino un consultorio médico. Luminosidad. Debe tratarse de un lugar bien iluminado, con luz natural de ser posible o artificial en caso contrario, pero siempre dejando ver todo expuesto, sin rincones sospechosos que pudieran crear una sensación de suciedad.

(Recepción Vía Brian Patterson Design, Inc.)
Color. El color transfiere lo mismo serenidad y calma que exaltación por ello es importante usar colores claros ya sea cálidos (paja, beige) si queremos un aspecto sereno y acogedor o fríos para sensaciones de calma, limpieza y salud (cielo, aqua). El blanco es un color correcto siempre que se complemente con toques de color pues resulta estéril e intimidante en un ambiente médico. Accesorios. Estos determinan cuán separada esta la ambientación de una triste oficina de institución a un consultorio profesional y contemporáneo. Estos deber ser pocos pero bien seleccionados, tus credenciales deben colgar de algún muro pero no del dominante no quieres espantar al paciente haciéndole saber el costo de tu consulta en proporción a tus títulos. Tampoco abuses de las amenidades que brindan los laboratorios farmacéuticos, lo tuyo es un consultorio no una farmacia de la que exhibes toda artículo promocional en la constelación de los fármacos.

(Lobby Vía Brian Patterson Design, Inc.)

(Recepción Vía Brian Patterson Design, Inc.)
Mobiliario. Debe ser acorde en tamaño y estilo a tu quehacer, nada de muebles de chapa de raíz si eres pediatra, asustarás a los pequeños con tanta severidad; si eres ginecólogo los muebles muy masculinos harán de tus pacientes unas mujeres ansiosas e incómodas porque se sentirán juzgadas por un médico sexista. La imagen debe ser congruente e integral.

(Sala de espera Vía Brian Patterson Design, Inc.)

(Consultorio Vía Brian Patterson Design, Inc.)
Organizado. Tu y tu personal en caso de tenerlo, deben compartir un código de orden, pues nadie confía su salud a quién aparenta ser un descontrol por buen médico que sea. Los expedientes siempre en orden, archivados y al día. Seguir estrictamente la agenda de citas y cada elemento del consultorio en su lugar.

(Area de auscultación Vía I will not diet)
Estos consejos acompañados de ejemplos sacados de la red te dan un vistazo a lo que puede ser tu consultorio y su estética. ¿Alguna duda? Escribe y la resolvemos. Visita nuestro álbum con este tema en Facebook

(Pasillo Vía Brian Patterson Design, Inc.)