Tres pasos simples, tres pasos bien diferenciados. No es sinónimo clasificar, ordenar y organizar. Cada término tiene su aplicación específica. Te platicaré cuales son para mí las diferencias de cada uno. De este modo encontrarás más sencillo aplicar tu energía a la organización de los espacios. El principio regulador será el mismo siempre no importando la magnitud de la tarea.

Clasificar

La clasificación de pertenencias es básicamente el agrupamiento de iguales o al menos parecidos. Ropa con ropa, libros con libros, juguetes con juguetes. Si se trata de un ropero o una cómoda donde todos los elementos son prendas, clasificaremos playeras, pantalones, camisas, calcetines, etc. La finalidad es que de un solo vistazo podamos identificar el tipo de contenido al que daremos sitio a continuación.

Ordenar

Hechas nuestras pilas de objetos similares, veremos la mejor forma de ordenarlos. Colgados, doblados, enrollados; esto dependerá enteramente del mobiliario de almacenaje de que dispongas. Cajoneras, closets, roperos, repisas abiertas, canastos, etc. Por lo que si van colgados deberás emplear ganchos que soporten el peso de la ropa sin maltratarla, o si es cajón doblarla en tamaño que quepan adecuadamente una, dos o más filas de prendas. Cuando hablamos de objetos que no requieren un pre-tratamiento a su almacenaje, la ordenación la puedes realizar por formas y tamaños; aplica en libros, latería, loza, vasos, zapatos, etc.

Organizar

Ya tienes doblado, acomodado, agrupado todo; viene la parte interesante, Organizar. Organizar no solo es la acción de colocar en estantes, cajones o alacenas los objetos o prendas ordenados. Organizar se refiere a establecer un sistema simple, básico e intuitivo de guardar nuestras pertenencias. Debe ser simple para hacerlo con facilidad y lograr por medio de su repetición el hábito. Debe ser básico porque no queremos convertir una tarea cotidiana en un fastidio que desemboque en el caos por hartazgo. Intuitivo para que con la aplicación cotidiana se deduzca con facilidad el acomodo de las cosas cuando estás difieran de las de pertenencia habitual, por decir, al día de hoy tienes un librero con libros de formato carta, media carta y bolsillo; pero te has hecho de una colección de libros de arte que vienen en un formato cuadrado distinto de los demás, que tu sistema de organización sea de fácil deducción y con ello en un chasquido resolver como encajar la nueva adquisición.

Cada que empiezas una nueva tarea de organización recuerda que tienes dos auxiliares que te ayudan a lograr tu objetivo, la clasificación y la ordenación. Con esta tríada nada te resultará difícil.