“La cuesta de enero puede ser un suplicio, especialmente si te desmediste en gastos en diciembre”
El inicio de año para muchos, es sinónimo de oportunidades, pero para otros, especialmente aquellos que no planearon correctamente sus gastos en las fiestas, resulta que la cuesta de enero es muy pronunciada y parece interminable. Ya no se vale llorar por lo perdido, o en este caso, lo que no se hizo en diciembre; si has gastado más de la cuenta lo que viene ahora es meter en cintura tus gastos y ponerle orden a las finanzas, para que la cuesta de enero, no se prolongue a otros meses del año.
Balance. Hay que hacer un balance de todo lo que se gastó, de todo lo que se debe pagar y de los recursos que podemos echar mano. De ese modo sabremos en dónde estamos parados, conoceremos además el daño verdadero que el hemos hecho a la cartera por gastos no premeditados.
Ajustes. Sabiendo que tan bien o mal están las cosas, empezaremos por realizar ajustes en nuestro modo de gastar. Esta es la parte más dura, porque venimos de un estado en que gastamos con mano suelta y ahora tenemos que aplicar un puño de hierro. Nada, absolutamente nada que no sea indispensable, debe ser adquirido. Cada ida al supermercado, al tianguis, inclusive a la tienda, debe ser meticulosamente estudiada y de ser posible, hacer una lista y ajustarse a ella. Créeme, es bastante la cantidad de dinero gastado innecesariamente cuando no nos ajustamos un plan o lista de compras.
Gasto hormiga. Este punto es tan importante como los ajustes y aunque forma parte de esos gastos que suelen no ser indispensables, lo pasamos siempre por alto. Te cuento mi experiencia, hace un par de años, cada mañana antes de llegar a la oficina, llegaba a Oxxo por un café y claro algo que hiciera más placentero beberlo como galletas o pan dulce. En ocasiones hasta un jugo compraba, no obstante que ya venía desayunado de casa, pero era para “ahorrarme tiempo” al no prepararme el primer café en la oficina. Bueno, el resultado además de los kilos extra, eran alrededor de 200 pesos menos en la cartera por semana. Hoy día 200 es mi gasto semanal en verduras y frutas en el mercado. Ese tipo de gasto hormiga, eran funestos para mi presupuesto, al identificarlos empecé a darme cuenta que por tomar un cafecito elegante maltrataba mi economía.
Asesoría. No está de más que te acerques a las instituciones financieras, sobre todo si traes problemas crediticios previos a la Navidad. Trata de buscar soluciones que ayuden a que tu situación entre en control de una vez por todas, pero se cauteloso, primero analiza, tasas de interés, plazos, refinanciamientos, comisiones, etc. No por querer arreglar las cosas termines envuelto en una maraña peor, especialmente en esas soluciones “fáciles” de algunos prestamistas que si bien son legales son inmorales en sus condiciones.
Paciencia. Bajo ninguna circunstancia creas que los poquitos cambios que haces no repercutirán. Todo es cuestión de paciencia, la cuesta de enero es desesperante lo se, pero salir a la calle y correr como loco de desesperación no ayuda, necesitas tomarlo con calma y tener confianza que las medidas tomadas surtirán efecto.
Estas pequeñas claves pueden encaminarte a que la cuesta de enero sea más ligera, pero, recuerda, si vives el resto del año sin poner control a tu gasto, la cuesta de enero se puede dar en cualquier mes del año e incluso durar años.