La sala de estar es el lugar de relajación por excelencia en la casa; normalmente ahí confluye la familia para ver televisión o para charlar. En solitario también gozamos ese espacio al leer un libro, beber una copa de vino escuchar algo de música. Para que ese lugar nos invite a pasar gratos momentos, debemos mostrarle respeto y debemos en caso de que no sea así, fomentar una estética que invite a permanecer, a sentarse, a estar, por eso cerramos este viernes con el homenaje a las tendencias en salas de estar.

Las estancias en colores neutros hacen que las personas se concentren es disfrutar el espacio en lugar de alterarse por los colores que los rodean. El espíritu clásico de los colores arenosos, con las maderas oscuras confiere cierta serenidad flemática que es suavizada por los varios cojines que hacen que los sofás resulten cómodos a la vista y al tacto. La chimenea es un punto focal además de marco para la pantalla plana de televisión.

La sencillez de las líneas y la gama de color utilizada consiguen que la chimenea se convierta en el punto de referencia a donde parará la mirada, el toque de romanticismo sin empalago de las velas sobre la repisa eliminan la dureza de la piedra con que está revestida.

El atrevimiento en forma de elementos gráficos de esta estancia nos hace replantear el hecho de que diverso estampados puedan ir juntos de la mano en perfecta comunión. En mi parecer el gris logró que esas líneas y diseños textiles fueran tomados con elegancia y no como brote de rebeldía. El verde limón de los acentos consigue que el gris deje de ser un color triste y se vuelva amable a la vista.

Limpieza de trazo tanto en el sofá como en la mesa; neutras paredes y decoración mínima hace que cada componente en esta sala sea protagonista y más que ello se conjuguen como un coro de varias voces bellas en un unísono canto melodioso.

Eclecticismo llevado a otro nivel; tapete de floral diseño y cierto abolengo rancio, forja en la mesa de centro, sofá en tela aterciopelada que se decora con cojines de diseños muy elocuentes, marcos dorados que confinan arte. El hilo conductor dos tonos uno frío como el azul otro de calidez arenosa.
Pues creo que con estas ideas y sentado en tu sala con una buena taza de café, beberás con cada sorbo nuevas elucubraciones para renovar tu espacio, para mejorarle un poco o para darle un completo cambio de hábito.