La tendencia de decoración, en estos tiempo globalizados es tan diversa como personas en el medio profesional de la decoración hay, para este día el Día Uno elegí la recámara principal pues es el espacio donde invariablemente empieza y termina cada día nuestro.
En los espacios pequeños es importante mantener una claridad a través del color, el blanco deja de ser un estéril color y se convierte en un motivo de tranquilidad, acompañado con los burós integrados con la cabecera que permiten tener espacio para guardar lo mucho y lo poco.
Para personas más conservadoras que buscan ante todo el lujo y la elegancia clásica tenemos esta habitación donde se conjugan patrones diversos en alfombra, juego de cama, paredes y tapicerías. La clave para conseguir un balance perfecto es mantener una paleta tenue en colores similares, aquí se optó por los verdes pastel que son calmantes.
El minimalismo no solo es una tendencia en la decoración, además es toda una filosofía que trasciende todos los ámbitos de la vida. Una pared en color sobrio con la sencillez de los elementos decorativos le confieren a esta habitación ese toque de masculinidad si caer en una dureza que someta.
Optar por los blancos y los mobilarios con carácter siempre será una tendencia que se acople a los gustos de la mayoría sin perder elegancia y practicidad. Los detalles de bordados en la ropa de cama convierten esta pieza en algo que rompe épocas y el ornamento floral genera esa sensación fresca para disfrutar la hora de dormir y despertar.
Hay quién no teme al color y esta muestra casi sacada de una dulcería plasma cierto carácter lúdico sin dejar de ser una habitación para un adulto que sabe que la juventud es una condición de mente y no de cuerpo.
La inspiración puede tomar forma y color, las imágenes son muestrarios que hacen trabajar a nuestra mente ideando que es lo que nos acomoda en estilo y refleja nuestra personalidad.