En buena medida, la organización tiene que ver con hacerse muchas preguntas. Una pregunta poderosa que hay es ¿de qué llenas tu vida?

Presente pasado futuro
Imagen por by Blanca Díaz desde Pixabay

Quiero comenzar la publicación comentando estoy a cargo de un mega proyecto que cambiará impulsará divulgación de la información sobre la desorganización crónica. De momento dejaré la incógnita. La mención es porque parte del proyecto me llevó a revisar las técnicas que Judith Kolberg menciona en el libro Conquistando la Desorganización Crónica. Un de esas técnicas me taladra la cabeza y había de sacarla a toda costa. Esta tiene que ver con el pasado, presente y futuro. Dichos momentos me llevaron a formular la pregunta ¿de qué llenas tu vida? Esta pregunta la veo como una excelente herramienta para comenzar a organizar.

Veamos la pragmático de la pregunta. La técnica de Judith es establecer 3 habitaciones o áreas de la casa donde iremos catalogando las cosas que tienen que ver con el pasado, las que tienen que ver con presente y las que tienen que ver con el futuro. Yo creo que este ejercicio lo podemos realizar en una escala más pequeña. Tomemos tres cajas o canastos, cada uno representa una etapa. Sin pensarlo, en una habitación o en toda la casa, vamos cogiendo cosas de manera aleatoria y derivemos a la caja correspondiente.

¿De qué llenas tu vida? ¿De pasado?

En tu caja del pasado por favor coloca todo lo que no has usado en meses o años. La camiseta de talla más chica o grande. El libro que no volverás a leer. Aquello que tiene tiempo de estar dañado y que no has reparado (y que en el fondo sabes que nunca lo harás). También va eso que pensaste extraviado y estaba perdido en un mar de otras cosas que tampoco usas. Colecta por aquí y allá. Esa caja es tu pasado, el que ya se fue, el que como agua de río nunca volverá

Presente ¿presente?

Segunda caja. Coloca aquellas cosas fuera de su lugar que si forman parte de tu vida cotidiana. Esa libreta que no regresaste a su cajón. El cargador del teléfono que por prisa solo aventaste al sofá. La ropa limpia que terminó en una silla. La sucia también recógela, pero no la mezcles, en ese punto no hay que ser literal con la caja. El presente es el momento vivo. Son las cosas que usamos, que requerimos para hacernos la vida más amena, amable y sencilla. Son objetos que tienen sentido y que deberíamos honrarles destinando una casa para cada uno de ellos.

¿Idealizas el futuro?

Dime cuántos libros han esperado por ser leídos. Ropa colgada con etiqueta. Cazuelas y vajillas aún empacadas. Miríadas de cosas que se guardaron por si acaso, porque sí, porque sería un desperdicio depurarlas. Equipos deportivos, utensilios estrafalarios de cocina, posibilidades y solo eso. Posibilidades más no realidades. Esas cosas van a la tercer caja.

Ahora dime ¿de qué llenas tu vida? ¿qué caja se desbordó? ¿qué caja te hizo darte cuenta? ¿quieres perpetuar el patrón? La vida no son las cosas que tenemos, la vida son los momentos que vivimos. Las cosas que tenemos solo son instrumentos para facilitarnos la vida, sin embargo, no quiere decir sintamos un deber imperioso a conservar o si lo pongo en palabras más duras, a mentirnos disfrazando pasado, presente y futuro de posibilidades ficticias. ¿Entonces, de que se llena tu vida? Oh si, lo olvidaba, es claro que el presente debes colocarlo en su lugar. En mi opinión lo mejor que puedes hacer con el pasado es soltarlo y con el futuro, aceptar que fue lindo pensar que sería así pero mejor enfocarse en el aquí y ahora.