Por extraño que te suene el tema no tiene nada que ver con las organizaciones delictivas conocidas como mafia. Tampoco se trata de un curso rápido de cómo formar tu propia organización delictiva. La realidad es mas estrujante. Hace algunos años recuerdo que hablar de actos delictivos era hablar como de mitos urbanos, de gente extraña que no conocíamos. Ahora ya no es tal la situación, cada vez es mas frecuente saber de estos hechos y que los mismos involucren gente conocida o familiares. ¿Y cuando la víctima somos nosotros mismos? Terminando la semana en mi trabajo de todos los días, fuimos victimas de la delincuencia. Dentro del despacho tuvimos un asalto con amago y armas. Mi interés al mencionarlo no es satanizar o buscar autocompasión. Para nada, el propósito es después de haber pasado la experiencia del asalto y su denuncia, conocer como podemos organizarnos para recuperar nuestra vida de vuelta.
En un caso como este lo primero siempre es mantener la calma durante y después del episodio. Ya que haces el recuento de lo robado lo esencial es darte cuenta que tu y los tuyos están bien y que solo la experiencia se reduce a perdidas materiales y de tranquilidad. Lo inmediato después es dar aviso a bancos e instituciones de tarjetas robadas, cheques o cualquier otro documento que implique una perdida monetaria mayor o el mal uso de ciertos documentos. Ante todo esta denunciar, si no lo hacemos las cosas no se pondrán mejor; no porque recuperemos algo pero debemos tomar completa responsabilidad de la situación y este paso es crucial. Recuerda una credencial para votar podría ser dejada en el lugar del siguiente ilícito incriminándote injustamente.
Ármate de valor y paciencia pero no sueltes el paso. En la medida de tu tiempo y recursos trata de recuperar reposición de tarjetas bancarias; dispositivos de banca electrónica; chequeras; si te robaron llaves de auto y casa a cambiar cerraduras o incrementar medidas de seguridad; avisa sobre posible fraude desde tu celular. No dejes para después las cosas, esa puede ser la diferencia entre futuros dolores de cabeza y la recuperación de tu tranquilidad desde el minuto uno. Recupera tu vida de inmediato, esto lo lograrás tomando acciones inmediatas sin postergarlas por desidia, flojera o miedo. Organización será tu arma, úsala despiadadamente. Listar todo lo que tienes que dar de baja, que documentos recuperar, ver de que manera haciendo cambios en tu presupuesto puedes absorber o reprogramar tus compromisos monetarios de acuerdo a tu pérdida. Cada punto que termines sigue otro, haz uno a la vez para no abrumarte. No dejes que esto te tumbe, es normal que los primeros días muestres ciertos cambios de humor o algo de paranoia; estas lidiando con una situación de shock, pero mientras más pronto la agarres por los cuernos más pronto evitarás que se torne en algo mas profundo.
El descontrol generado por estas situaciones lo puedes mitigar de anticipado si en casa haces un expediente con datos de tarjetas, documentos y números a donde puedes hacer los reportes pertinentes. Siempre que tu presupuesto lo permita compra seguros, desde el celular, auto, de casa, de oficina, etc.; preferible pagarlos y no necesitarlos que pagar más cara la reposición de las posesiones. Por último, recuerda siempre lo más importante en la vida no son las cosas materiales. En mi experiencia este sistema lo estoy aplicando y me funciona; mucho me gustaría saber tu opinión pero no porque quiera que lo apliques pues no deseo que nadie pase semejantes situaciones.