Editar en la cinematografía consiste en el proceso de eliminar y unir cuadros de la cinta filmada y revelada. Una película conlleva muchos minutos de cinta de los que se eliminan una buena cantidad para lograr la perfecta visión del director. En el desorden podemos utilizar el mismo enfoque que utilizan los directores de filmes, editar. El desorden está compuesto de cosas, por regla general demasiadas, tantas que se salen de control. Si editamos el desorden, lo que equivale a eliminar cosas, podemos colocarnos en el camino para tener espacios dignos de nominación. Veamos algunos puntos que pueden facilitar la edición.

Valoraciones. Antes que nada, comienza a valorar que cosas tienes, por qué las tienes, cuántas iguales o similares tienes, cuándo fue la última vez que las utilizaste. Dependiendo de lo que se te haga más adecuado, puedes escribir las respuestas en un cuaderno o solo tenerlas presentes. Si eres particularmente renuente a dejar ir, mi recomendación es que lo escribas así no te autosabotearás.

Separar. Hechas las valoraciones necesarias, viene la separación de tus Torres de Babel de cosas en grupos de similares o de lugares a donde pertenecen. Romper el desorden comenzando a sentar un sistema de organización para todo es clave para el éxito. Las pilas de cosas tal vez no tengan un sentido de ser un sistema formal, pero confía en mí, en su expresión más elemental lo es, el hecho de no tener revuelta la gimnasia con la magnesia es un paso importante que establece el camino.

Determinar. La determinación de que fin tiene cada parte integrante de tus pilas separadas es la segunda parte del sistema. Aquí hay que apoyarnos con el cuestionario resuelto sobre las pertenencias. Dando un repaso a tus respuestas debes determinar si algo se tira a la basura, se dona o se conserva. Es aquí donde la edición tiene lugar. Eliminando excesos, duplicados, desechos o posibles donaciones, llevará las pilas de cosas a niveles manejables. Terminado este proceso tendrás por resultado aquello que es necesario o que cumple una función realmente estética en tu espacio siempre claro que sea acorde a tu gusto actual.

Distribuye. Así como todo filme tiene necesidad de una distribuidora para que el producto terminado llegue al público; tus pertenencias ahora editadas, te requieren a ti como distribuidor para llegar a los sitios de tu casa donde se alojaran y darán el servicio para el que fueron creadas. Si no distribuyes todo el esfuerzo se torna estéril y en poco tiempo tendrás tu espacio hecho un caos.

Como recomendación ulterior, seguro sabes que en ocasiones la crítica puede destruir una película, hay casos de directores que reeditan el filme para ser más adecuado a las expectativas de los críticos; tu también, después de terminar el trabajo no temas volver al procedo de edición cuantas veces creas necesario porque los contenidos de las casas evolucionan, crecen y se mueven a lo largo del tiempo. Ningún sistema de organización te va a durar toda la vida, es necesario evolucionarlos a la par de nuestra propia vida.