Organizar como toda tarea puede convertirse en un problema en la medida que provoca nuestro estrés. De ninguna manera obtendremos placer de algo que nos estrese y del mismo modo no lograremos éxito en las tareas de organización si estas nos conducen a un sitio de ambigüedad emocional. Para mantener nuestros niveles de estrés controlados, vamos a emplear tres simples estrategias.
Mantén a la vista la meta. El que no logres organizar un aspecto de tu vida o que las cosas no salgan acorde a lo planeado, no debe ser motivo para hundirte en depresión. Por más que planeamos las cosas, las situaciones, los momentos, estos no siempre resultan como queremos, así que acepta el hecho de que no podemos tener el control sobre todo lo que ocurre a nuestro alrededor así que simplemente relájate y si las cosas no salen como querías veras que con buen humor, esto se convertirá en el futuro cercano en una buena anécdota.
Utiliza un mantra. El mantra lo entendemos como una frase sencilla que nos ayuda a concentrarnos en un objetivo. La repetición del mantra en voz alta o en nuestros pensamientos nos hace entrenar nuestra mente para un objetivo que de un modo u otro podremos alcanzar, solo es cuestión de tiempo. Tu mantra puede ser algo como “Lograré mantener el control de mis pertenencias” o “ Un paso a la vez consigue llevarme al destino”. Usa cualquier frase que quieras, al final de cuentas el mantra debe ser lo que te mantenga enfocado en tu meta.
Mantenlo simple. Si no logras resultados a la primera no desfallezcas, no te compliques, no te castigues duramente, no te atosigues con pensamientos negativos. Mantén simple tu espíritu, la perfección es algo irreal, todo podemos llevarlo a un grado de excelencia pero jamás alcanzaremos la perfección. Si te juzgas duramente seguro que no querrás hacer nada ni intentar algo por miedo a fallar. Al contrario el fallo es parte de la experiencia y esta clave del éxito.
Ahora pues, ninguna tarea en la vida debe conllevar un exceso de estrés, si así te sucede con algo trata de pensar que todo en la vida tiene remedio y por eso el estrés es solo una trampa, un espejismo para alejarte del éxito.