Muy probablemente al leer el título pensaste que tu peor crítico eres tú mismo; si no lo hiciste, aún así es muy probable que seas tú peor crítico. Todo el tiempo hacemos cosas, a lo largo del día tenemos una enorme cantidad de pensamientos, de entre esas cosas que hacemos y pensamos hay cuando menos una o muchas que sometemos a un riguroso escrutinio; diseccionamos, analizamos, revisamos incansablemente en espacio de un tris de segundo para concluir que lo que hicimos está mal o que pudimos hacerlo mejor. Elevamos para la siguiente ronda la expectativa hasta que por lógica nos rebasa y nos conduce al fracaso mental.

Debemos entender que las cosas que hacemos, las hacemos con la mejor de las intenciones y con el más alto nivel que nos permite nuestra capacidad. Que día a día damos pasos para elevar un punto más el estándar, mejorando como seres humanos por tanto debemos soltar la cuerda un poco, relajar nuestra actitud de negativismo contra nosotros mismos. Debemos dejar de ser nuestro peor crítico. Hacerlo no es tan difícil.

Concientízate. Nada puede detener una conducta autodestructiva más eficientemente que hacernos plenamente conscientes de que la tenemos. Cuando comiences a devanarte los sesos pensando en que las toallas las lavaste sin suavizante o si agregaste de más, o cuando consideres que duermes 5 minutos más de lo necesario, percátate de que estas flagelando tu conciencia. Mientras no identificas que tu solo te pones debajo del zapato no entenderás que está mal y por tanto no harás un cambio de hábito para dejar de hacerlo.

Objetivízate. Ser crítico en la extensión de la palabra es ser objetivo, no confundas con que una actitud crítica debe ser destructiva. El criticismo para que tenga validez debe construir no destruir, en este caso tu autoestima. Entonces, si resolviste una situación de cierto modo, en el instante que empiecen las segundas opiniones en tu cabeza sobre tu proceder, respira y pregúntate ¿Lo que hice fue correcto? ¿Dadas las circunstancias era la mejor solución? ¿Se podría obtener mejor resultado? Cualquiera de las preguntas sirve para no enfocarse al lado negativo de la situación y en cambio fuerza el pensamiento a que cuestionado de una respuesta certera y evites la angustia que solo conlleva a hablar negativamente de uno mismo.

Refuérzate. Eleva tu autoestima, no la pongas a cero, para hacerlo solo tienes que llevar los dos pasos anteriores, porque al ser consciente de lo que sucede y al ser crítico objetivo resolverás que si algo puede hacerse mejor lo pondrás en marcha la siguiente ocasión y si lo que hiciste fue lo mejor ya no tendrás que perder el sueño por un hubiera que jamás existió y no existirá.

Y ahora pregúntame ¿Qué demonios tiene ver esto con la organización? Sencillo, mientras no aprendemos a valorar nuestra propia opinión y proceder, un proyecto de organización como cualquier otro proyecto en nuestra vida estará condenado a la falla desde su origen porque querremos ver resultados que nuestra capacidad no está preparada para otorgar.