Hablar de calcetines es hablar de la disyuntiva de si deben ser hechos bola o rollos. De entrada descarto la posibilidad de que solo los dobles pues para ello requerimos mucho espacio de cajones, si lo tienes y te place hacer así adelante, aunque para mi es una opción poco práctica especialmente a la hora de apilar. Entonces, si vamos a enrollar o hacer bola el procedimiento va casi igual hasta el último paso.

Como ya sabemos el primer paso es hacer los pares y rogar a los cielos que no se haya extraviado ninguno en el camino dejando huérfano a su hermano calcetín.

Teniendo los pares dispuestos los colocaremos uno sobre el otro para eliminar las arrugas de ellos y con eso poder formar el enrollado inicial. Es importante que el calcetín se presente de costado para que tanto como la punta y el talón se puedan aplanar de modo que quede bien alineado con su par. Si tratas de hacerlo de frente te costará más trabajo especialmente con aquellos calcetines que se han ido deformando por el uso.

Enrollamos hasta desde la punta hasta el extremo abierto.

En este punto tomamos la decisión que nos convenga, hacer la bola o si por el contrario decidimos solo el rollo lo paramos ahí. El siguiente paso es para los que van en bola.

Hecha la bola…NO ESPERA, este modo aunque se ve prolijo yo no lo recomiendo porque el resorte de uno de los calcetines irá cediendo con el tiempo porque esta sometido a la presión de rodear la pieza.

Para mí, este es el modo correcto pues ambos resortes se encuentran relajados y no se deformará uno más que el otro. Si te fijas aquí tienes ya la bola perfectamente hecha. El proceso de alineado inicial se refleja aquí, porque si solo haces la bola sin alienar las piezas esta quedará mas gorda y por tanto te ocupará más espacio.

Recurro de nuevo a mis organizadores de manta para ir colocando los calcetines. En este ejemplo hechos bola con sus resortes hacia arriba para que te sea fácil sacar un par sin desordenar el resto.

El ejemplo arriba es para cuando decides dejarlos en rollo. Coloca los pares con el lomo hacia arriba así mantendrán su acomodo cada que saques un par.

Yo siempre los hago bolas, me resulta más práctico especialmente esos días que te agarra la prisa y necesitas salir muy temprano de casa y casi corriendo, así si por algo desacomodo el contenido del organizador sabré que cada par esta completo. Ese es un riesgo que puedes tener al decidir solo enrollarlos.

Mis organizadores no van en un cajón, van en una repisa donde coloco mis organizadores de manta, como aprecias tienen su propia jaladera de manta para que funcionen como pequeños cajones. En cuestión de organizadores mi recomendación siempre será la misma, utiliza los que cumplan la condición de agradarte, ser funcionales para tu estilo y que además no lastimen tu presupuesto, ser organizado no quiere decir ir a la bancarrota en el intento.