Es curioso como a veces por falta de información estamos acostumbrados a etiquetar las conductas de la gente como una sola cosa, cuando realmente hay diferencias sustanciales entre un comportamiento y otro, máxime cuando se trata de padecimientos que pueden tener una alta carga de estigma social debido a los malentendidos. Este es el caso de lo que comúnmente conocemos como Hoarding o Acumulación Compulsiva. Es de suma importancia definir y por tanto delimitar adecuadamente que es el Síndrome de Acumulación Compulsiva y el Síndrome de Diógenes(1).

Diógenes (1860) Óleo de Jean-Léon Gérôme (1824–1904) 
Síndrome de Acumulación Compulsiva. Desvinculado de los Transtornos Obsesivos Compulsivos (TOC) y frecuentemente confundido con el Síndrome de Diógenes, esta condición se refiere a la inhabilidad de la gente de deshacerse de cosas que por lo general son inservibles, que se guardan porque existe la posibilidad aunque sea remota de utilizarlo en el futuro. La gente que padece este síndrome tiene una necesidad imperiosa de hacerse de cosas y conservarlas, al grado que llegan a abarrotar la vivienda donde moran. Para ellos la sola idea de deshacerse de las cosas resulta insoportable pero se dan cuenta que tienen un problema, aunque lo mantienen oculto de aquellos que no viven en casa por lo que se vuelven poco sociables. No se abandonan a sí mismos por lo que procuran mantener cierta higiene personal y tratan de mantener en control el desorden sin deshacerse de nada, pueden convivir fuera de la vivienda con algunas personas puesto que tratan de no evidenciar el estado de su casa conservando su apariencia para con la gente pero de ningún modo permitirán que alguien se adentre en su territorio por vergüenza. Por lo general afecta a la población anciana pero puede darse en personas por arriba de los 30 años derivado de situaciones de depresión o pérdida de empleo. Cuando las cosas se salen de control y ya no es posible “manejar” la cantidad de pertenencias terminan involuntariamente por acumular basura, y pudiera si la condición de depresión se agrava, derivar en el Síndrome de Diógenes pero no es condicionante.
Síndrome de Diógenes. Los enfermos no pocas veces son confundidos con aquellos quiénes padecen de acumulación compulsiva, pero este es una condición que se agrupa dentro de las demencias. Es más común en la gente anciana, provocado por el aislamiento social, la soledad y una sensación de pobreza extrema ya sea imaginaria o real. Cabe destacar que el síndrome de Diógenes tiene un componente de enfermedad mental por lo que confundirlo con el de acumulación compulsiva es un error. Las personas que padecen esta enfermedad mental, terminan por abandonarse a si mismos, la higiene de su casa y de su persona, se aíslan del resto de la gente, no les preocupa su estado de salud ni su aspecto y pierden el interés de vivir. Acumulan todo pero más que adquirirlo no permiten que nada abandone la casa, por lo que la basura y los desechos propios se convierten en parte de las pertenencias. Sus condiciones de delación los conducen a vivir entre ratas, insectos, moho, etc. Algunos incluso pueden acumular animales a quiénes creen que les están ayudando con un techo, pero estos casos se tornan en una clase de maltrato animal inconsciente. Existen rasgos que se consideran, anuncian a la persona que padece este síndrome:

  • Aislamiento social, se huye a la comunicación
  • Reclusión voluntaria, no quieren dejar su lugar aunque les represente un peligro
  • Descuido personal, tanto a situaciones de higiene como de salud, esto incluye el sitio donde viven pues las condiciones de vida son insoportables
  • Miseria Senil, es el sentimiento de que se es pobre aún cuando el dinero no falte
  • Rechazo y negación, no quieren ayuda de parte de nadie, la encuentran ofensiva y sistemáticamente niegan tener un problema aunque sea evidente


(Vía Joan Marrero)
Entonces es importante aprender a reconocer cuando se padece uno u otro síndrome. Resulta también importante buscar la ayuda profesional pues sin ella cualquier intento de rehabilitar a la persona terminará siendo tiempo perdido, especialmente si se pretende limpiar y tirar a la basura las cosas sin el consentimiento y ayuda de quién padece cualquiera de las condiciones.
(1) Este epónimo es erróneo, pues hace referencia a Diógenes de Sinope, filósofo griego que adoptó y promulgó hasta el extremo los ideales de privación e independencia de las necesidades materiales (lo que se conoce como cinismo clásico); por tanto, desde el punto de vista histórico y conceptual la acumulación de cualquier tipo de cosas es lo contrario de lo preconizado y practicado por el citado filósofo //Wikipedia//