El estilo de aprendizaje influye con la forma de organizar nuestro entorno. Un sistema incompatible con esa modalidad propicia desorganización.
Otra semana, otra entrega. En el fascículo de me refiero al estilo de aprendizaje, en esta serie sobre los factores que contribuyen a la desorganización. Ya sabes que me baso en las enseñanzas del Institute for Challenging Disorganization® y en particular en lo aprendido con la ficha técnica FS-004 en español que puedes bajar pulsando aquí. La importante de reconocer las distintas modalidades de aprendizaje es crear estrategias precisas, especialmente si derivado de estos factores la desorganización crónica se hace presente.
En contra del estilo de aprendizaje
Si un sistema de organización está implementado sin tomar en cuenta la estilo de aprendizaje de la persona o personas que lo utilizan, eventualmente colapsará. Esto porque les va a resultar poco atractivo o incluso ilógico de usar. Así como lo lees, si yo soy un sujeto visual, requiero ese estímulo para organizarme. Un sistema que se apega a ocultar las cosas de la vista o que solo se apoya en etiquetas con textos puede ser un contrapeso para lograr mi objetivo. Es por ello que entendernos cuales gustos tenemos a la hora de guardar y recuperar algún objeto, es importante para determinar un sistema que sea concordante con el estilo de aprendizaje del usuario. Pensador visual, auditivo y kinestésico serían los más comunes, pero hay otros.
Ojos que no ven
Para el pensador visual los estímulos visuales que perciben lo son todo. Tener fuera de la vista las cosas les hace pensar que las olvidarán. La frase ojos que no ve, corazón que no siente es su mejor descripción. Un sistema de organización deberá entonces tener claro que debe mirarse. Ya sea colocando todo a la vista organizador pero en repisas o mobiliarios abiertos, o valiéndose de contenedores con transparencia. Cabe aclarar que lo visual no solo se refiere a verse como tal, también puede referirse que a esta persona le interesa el color, la forma y la estética, e incluso puede pasar de largo de la transparencia.
Qué lindo se siente
La simpatía táctil también viene a jugar con los sistemas de organización. El tacto puede apoyar o complicar la organización. Una persona con una simpatía táctil muy presente, puede dificultar el proceso de toma de decisiones al depurar. Esto se da porque manipular las cosas le trae recuerdos que hace que se aferre más a las cosas. Auxiliar a la persona con reglas como OHIO (sólo tocar una vez) o hacerlo en lugar de ellas son salidas muy apropiadas para trabajar sin que el tacto nos traicione, por decirlo de un modo.
Pensador integral
El todo como lo único es como podríamos definir a un pensador integral. Es un individuo que tiene en cuenta todo el panorama. Esto lo hace llevar a abrumarse en ocasiones. En organización es muy complicado tratar de avanzar en la totalidad, generalmente lo hacemos de manera más eficiente en secciones y desmenuzando el proceso. Un pensador integral tendrá dificultades con esto. Apoyarles siendo ese vínculo entre su visión total y nuestro acercamiento fraccionado, dará resultados positivos evitando abrumarse.
¿Te reconoces en alguna de estas características? ¿Tu desorden tiene algo que ver con tu estilo de aprendizaje? Es muy probable que si, el enterarte de esta información puede propiciar un enfoque nuevo y vibrante.