“Unos guardan la Navidad el 1º de enero, otros el 6, pocos la quitan hasta el 2 de febrero a la par de los tamales”

Ya lo he dicho en otra ocasión, no soy una persona muy navideña, al menos no en lo que a grandes ornamentaciones se refiere. Me gusta la Navidad y su celebración pero definitivo, mi casa nunca parece aparador de tienda en época decembrina. Esa razón me lleva por regla general a aprovechar el 1º de enero como mi día oficial para guardar la Navidad. Por otro lado, se que hay mucha gente que le gusta alargar el periodo de decoración hasta llegar el día de Reyes o en caso más extremos hasta la celebración de la Candelaria allá por el 2 de febrero. Bueno, como sea el caso, si estás por guardar la Navidad puedes tomar nota de unos consejos que harán más sencillo el proceso.

guardar la navidad

Inventario. Es buen idea generar un inventario de lo que se tiene, porque con eso podemos evitar la compra de artículos repetidos, también nos sirve para ver las condiciones de limpieza de los ornamentos y su estado de conservación. Es de hecho mucho más sencillo hacer el inventario antes de quitar los adornos, porque así a la vista podemos hacer la lista sin mucho problema.

Selección. Pasado el inventario y sabiendo que cosas se tienen y cual es su estado, podemos empezar la selección de piezas. Apartemos aquello que va a guardarse de nueva cuenta; aquello que aunque se guardará tendrá que tener una limpieza a profundidad; detectar aquello que ya no va con nuestro estilo o nuestra manera de decorar; aquello que no funciona o está roto.

Limpieza. Sabemos ya que cosas requieren una limpieza, hagámoslo antes de guardarlas, porque de otro modo, al sacar de nueva cuenta las cosas en la próxima Navidad, estarán sucias, con alta probabilidad de que estén llenas no solo de polvo, también de moho y con olores desagradables. Una buena limpieza antes de guardar las cosas puede prevenir que se dañen y terminen en la basura, representándonos gastos innecesarios.

Eliminación. Roto o sin funcionar, a la basura deberá parar. No guardes cosas que no sirven porque siendo realistas, poca probabilidad hay de que las repares. Aquello que ya no va con tu estilo o espíritu también sácalo de la jugada. Entre lo que no sirve, está roto o no quieres más, revisa primero si en los primeros casos hay modo de reciclar todo o parte y en el último que lo pases de manos a familiares o amigos, o en un dado caso que puedas venderlo en una venta de cochera.

Guardado. Uno de los consejos más importantes es guardar todo en grupos. Puedes usar cajas transparentes o cajas de colores navideños como el rojo y verde, así en el primer caso puedes ver contenidos, o en el segundo guiarte por el color como para saber que contiene. Nunca está de más pegar una hoja con el inventario a la caja o ponerla dentro. Etiquetar el exterior de la caja hace maravillas a la hora de buscar algo, para encontrarlo más fácil o para no abrir siquiera una caja que contiene cosas que no queremos encontrar de momento.

Verás pues que puedes organizar tu Navidad o mejor dicho tus ornamentos navideños desde el mismo momento que los vas descolgando del árbol. Recuerda también que es importante no querer guardar más cosas que las que caben en los espacios que tenemos destinados. Yo en casa tengo dos cajas transparentes para guardar la Navidad, así que si quiero cambiar de estilo de adornos tengo que deshacerme de algo pues no destino más espacio que el que ya tengo estipulado en esas cajas.