Desorganización es un estado de falta de orden, provocado por ausencia de sistemas de organización. Sin embargo también es responsabilidad de una hermandad, Procrastinación y Perfeccionismo.
Ya sabía lo que es el perfeccionismo y la procrastinación. De lo que no me había percatado, hasta que en una sesión en la conferencia de NAPO este año, como bien lo citara Janice Simon, es que forman una hermandad, de hecho son gemelos. En esa complicidad y parentesco, ambas cosas establecen mecanismos de desorganización.
Procrastinación
La procrastinación es postergar. Dejamos para después todo, o bueno muchas cosas. Una de las razones es que no estamos de humor. Otra es porque tenemos cosas más importantes que hacer. Otra razón es que nos da pereza la misma desorganización que queremos erradicar. Bueno pues debo decirte, aquí y ahora, no hay más. Cobra consciencia, el tiempo ideal es ya. Qué importa que hagas solo poco, la clave es hacer. Si no reiniciamos nuestro pensamiento, no podemos combatir pereza, falta de ánimo ni priorizar. Siempre habrá cosas más importantes pero establecer un sistema de organización y conservarlo, también es importante. Con ello podemos traer paz a nuestros espacios y crear paz en nuestra mente. Es tan claro como eso.
Perfeccionismo
Nunca me cansaré de decir, porque es verdad, que el perfeccionismo es una de las mayores causas de desorganización. Si, como lo lees. Incluso en casos severos de acumulación y de desorganización crónica, la aspiración por la perfección deja estupefacta a la gente. Se crea tal grado de necesidad por querer todo en un estado ideal, que ni siquiera se comienza la más mínima tarea. Es como hiperenfocarse en algo, algo que se desea tanto, que quedamos embelesados con la idea. Esto solo nos lleva a aumentar los niveles de ansiedad porque de tanto que queremos acabar con la desorganización, no damos el más mínimo paso. No hasta que sea el momento perfecto, con las herramientas perfectas, con el estado anímico perfecto. Resultado, nada acontece.
Desorganización A Raya
La hermandad de la desorganización puede estar al acecho siempre. Lo que puedes hacer para mantenerla a raya es simplemente no postergar ni apuntar a lo perfecto. Haz hoy lo que tienes que hacer hoy. Acepta que algo puede ser suficientemente bueno. Además si requieres ayuda, búscame y agenda una cita.