Toda actividad de vida es influenciada por la disposición de hacerla. La desorganización y la actitud tienen su historia común al organizar.
Espero no haberte enfadado ya con esta serie de publicaciones que he llamado fascículos, basados en los factores que contribuyen a la desorganización de la ficha técnica del Institute for Challenging Disorganization®. Cada uno de los grupos y sus elementos en dicha ficha, nos permite conocer matices, recovecos y dobleces en la relación personal que tenemos con la organización de nuestros espacios o con la falta de ella. Darnos cuenta que la desorganización y la actitud es una convivencia digamos parasitaria, permite abrir el panorama y cambiar de mentalidad. Las creencias, en particular las negativas, tienen influencia determinante en nuestra existencia, nuestra calidad de vida y hasta en nuestra felicidad. ¿Entonces, ¿Cuáles son esas creencias relacionadas con nuestra actitud que impiden nuestro paso a tener vida y espacios simples.
Falsedad en lo que creo
Somos lo que creemos. Según Napoleón Hill un connotado motivador, lo que la mente cree y concibe, consigue. Si yo me repito hasta el cansancio soy desorganizado, soy un caso perdido, nunca he sido organizado, nunca tendré orden, estoy programando a mi mente a que consiga precisamente eso. Por eso el grave error de etiquetarse. No somos nuestra condición o circunstancia, solo las estamos padeciendo. Derrocar la creencia e implementando una positiva te da resultados positivos.
Miedo al qué dirán
¿Te importan más las creencias ajenas que las propias? Recapitula, lo que otros creen no es de tu incumbencia. Lo que tú crees de ti misma si. Es importante reconocer que jamas podremos estar en los buenos ojos de todos. Lo que si podemos lograr es estar conforme con nosotros mismos. Tener miedo al que dirán es la manifestación de un temor más fuerte, el miedo a no encajar, a ser relegado y permanecer fuera del entorno social. Es de entenderse, el ser humano es gregario, necesita ser parte de una comunidad para lograr estabilidad. Sin embargo esa estabilidad no vendrá de afuera sino de adentro. El proceso es tuyo, abrázalo y llévalo a tu ritmo sin importar qué piensen otros.
Temor a errar
Miedo a descartar algo que necesitemos en el futuro. Miedo a carecer por tomar una decisión errónea. Miedo a equivocarse. Pues si, es un miedo legítimo, pero hay que decirlo, sin error no hay crecimiento. Estamos expuestos a tomar malas decisiones, eso no debe impedir que las tomemos. En la misma medida que podemos decidir, podemos afrontar las circunstancias que conllevan esas mismas decisiones. La introspección es la mejor forma de avanzar, ¿si me deshago de esto y lo llego a necesitar, como podría subsanarlo? Al entrar en juego la razón, se mitiga la incertidumbre.
¿Te das cuenta de como la desorganización y la actitud van de la mano?
Al final de cuentas organizar los espacios es una confrontación. Analizar del pasado y lo que fue y no, mirando al futuro idealizando lo que queremos que sea. Como sea, las decisiones al final del día se hacen en el presente. Gracias pasado, bienvenido futuro.