Todos tenemos listas de pendientes. Pendientes inaplazables como comprar despensa, pagar el teléfono y la luz;  o pendientes relegados a segundo término, como arreglar la llave que gotea, arreglar el jardín, aceitar las puertas. Las primeras hay que hacerlas por de inmediato y en su momento porque si no tendremos problemas para llevar a cabo nuestra vida cotidiana. Las segundas como no son de importancia vital, solemos postergarlas indefinidamente porque además son poco gratas, al menos así las percibimos. Basta del “Para después” hoy unos consejos que te servirán para tener al día tu lista de pendientes.

¿Qué te molesta? Empieza por escribir tu lista de pendientes, esos que ten molestan. Toma una hoja o libreta y anota. Todos los que sean necesarios para que no los pierdas de vista y puedas ir cumplimentándolos a su debido tiempo. Revisa por la casa para que no dejes fuera ni uno. Es obvio que los que te salten a la memoria sin tener que verlos son los que deben será resueltos primero.

No más de cinco. Ahora que tienes tu lista larga de pendientes viene la lista corta. Ni en sueños guajiros te pediría que te concentres en la lista interminable de pendientes. Necesitas hacer una lista corta en un pedazo de papel  que adhieras al refrigerador o si tienes un pintarrón anota no más de cinco pendientes (los dedos de una mano), ya sea los primeros de la lista o los que tengas el tiempo y medios para resolver en corto plazo, al cumplirlos siguen otros cinco y así hasta dominar la lista grande. Para mi caso tres pendientes en la lista corta me provocan menos estrés.

Hazlo tu mismo. De tu lista corta, define que pendientes puedes hacer tu mismo y determina en tu calendario la fecha y la hora de hacerlo además del tiempo que le destinaras, recuerda siempre realizar la tarea para la que tengas el tiempo suficiente para completar de lo contrario ese pendiente nunca lo podrás tachar de la lista.

Consigue ayuda. Las tareas que no puedas realizar tú, delégalas a un tercero, puede ser un amigo o familiar que te ayude a hacerlo o un profesional que lo haga. Créeme si algo no lo sé hacer prefiero pagar por qué me lo hagan a echarlo a perder y terminar pagando de todos modos.

Disfruta. ¿Tengo que explicar este punto? Ya lograste mantener a raya tu lista de pendientes solo queda disfrutarlo. Recuerda con orden se logra el control.