La tradición epistolar en México es una cuestión prácticamente extinta, en parte porque nuestro servicio postal dista mucho de ser lo que solía y porque con los medios de comunicación modernos, tales como el celular o las redes sociales, la gente no optamos por la escritura como método para mantenernos al tanto de los demás. Yo no puedo conminar a los demás a que escriban cartas para comunicarnos con familia y amigos, pues ni yo mismo lo hago; lo que si me parece un punto a rescatar es que deberíamos ser agradecidos y utilizar las notas de agradecimiento para patentizar el aprecio que tenemos por favores o deferencias recibidas. Como decía mi abuela, lo cortés no quita lo valiente.
Comprada. Tratándose de notas de agradecimiento, puedes agradecer valga la redundancia que vivimos en una economía de mercado y el negocio de las tarjetas de felicitación es tan vasto y variado que puedes encontrar una preimpresa que se ajuste a la situación y a tu gusto personal. Esta opción funciona bien si tienes que agradecer de manera digamos, no tan afectiva a varias personas por el mismo evento, especialmente si a esas personas las consideras conocidas más que amistades. Nunca está de más dar el toque personal firmando a mano cada una de ellas, al menos se verá que no solo lo haces por formulismo social.
Hecha. Esta creo que puede ser la mejor manera sean los destinatarios conocidos o más allegados, habla de una cualidad más humana de tu parte y de una persona que aprecia los detalles de los demás otorgando un detalle de si mismo. Puede que compres las papelería ya preparada, pues venden paquetes que consisten en la tarjeta en blanco con sus respectivos sobres. Puedes comprar también algún papel coqueto que te refleje en cuanto a gustos personales. Escribe en cualquier caso un mensaje breve que se lea tal como si lo estuvieses diciendo en persona, firma y entrega.
Digital. Cada vez menos personas están absortas del mundo virtual, del uso de las redes sociales o de los mensajes de texto o multimedia. No puedo decir que sea la más elegante de las opciones pero si es un método muy eficiente de entrega, sobre todo porque es prácticamente de inmediato. Al menos puedes valerte de una imagen y con algún programa de edición haz tu propia tarjeta virtual. También puedes recurrir a sitios de internet que crean tarjetas en base a plantillas por un costo moderado o inclusive gratis.
En especie. Esta opción te la recomiendo cuando se trate de dar un agradecimiento muy especial y particular. Consiste en regalar una caja de galletas, un pastel o algún ramo de flores. Los dulces o canastas de frutas también son viables. En todo caso siempre tendrás que agregar una pequeña nota que al menos diga gracias y tu nombre. Recomiendo que si empleas este tipo de agradecimiento investigues un poco que tipo de gustos tiene la persona que lo recibirá para que sienta que hay un interés sincero en agradecer.
Dar gracias es importante, especialmente a quienes nos hacen favores, nos dan una mano o nos ayudan a levantarnos del piso. La vida es una rueda de la fortuna, algunas veces estaremos en la parte de arriba y otras más abajo, por eso haber dado las gracias en el momento oportuno puede hacer que la experiencia de estar abajo no resulte dolorosa ni prolongada.