Acaba de pasar el sábado La Hora del Planeta, eso me hizo pensar que hay tantas acciones que podemos llevar a cabo para ayudar a nuestro medio ambiente. Ahora, más que hablar de acciones que emprender, sería más sencillo comprender como lo que ya hacemos comúnmente puede ser una acción verde. La limpieza de todos los días podría ser tu primer paso en el compromiso de cuidar el planeta; tal vez en tu caso ya haces algo, entonces limpiar podría ser una adición interesante. Saber que puedes hacer es sencillo, mira tu gabinete de limpiadores y lee sus etiquetas.

Cobra conciencia. Siempre y ante todo, cobrar conciencia de lo que adquirimos, usamos, comemos, es el primer paso a dar. Si no conocemos que tenemos en un gabinete de limpieza, no sabemos si nos ayuda perjudicando el medio ambiente. Investigar un poco los procesos e ingredientes de qué se hace nuestro limpiador favorito nos puede poner a pensar si realmente vale la pena seguir usándolo. Un modo de investigar es llamando a las líneas del consumidor de cada producto o enviando un correo electrónico. Yo hago muy seguido esto tanto con limpiadores como alimentos o artículos de aseo personal, tanto por el aspecto ecológico, como por el aspecto del maltrato animal a través de pruebas sobre ellos; con mis averiguaciones he cambiado en tanto mi manera de consumir.

Limpiadores ecológicos. Advierto antes que nada, los productos que son amigables al medio ambiente no siempre son económicos pues el proceso de fabricarlos implica métodos más responsables por lo que encarece el precio de venta. Por ello debemos ser cuidadosos utilizándolos como marca el fabricante, pues la mayoría de las veces usamos más de lo necesario creyendo que con eso limpiamos mejor; sucediendo que terminamos perfumando la mugre más que removiéndola. Volviendo a los productos, casi todas las grandes marcas manejan una línea verde, en lo personal uso un par de productos Alen que siendo nacionales siempre han tenido la misión de que sus productos no impliquen un daño artero al ecosistema.

Remedios de antaño. Vinagre, bicarbonato de sodio, limón, piedra pómez, otros tantos que nuestras madres y sus madres han usado tanto, especialmente porque en sus épocas no había tanta selección de limpiadores además no eran accesibles desde el punto de vista monetario, no digo que tengas que trapear a rodilla pero si conocer las propiedades de productos comunes que hacen lo mismo a un décimo de precio que los industrializados. No digo que lo industrializado sea del todo malo, solo que la conveniencia de utilizar productos simples, remedios comúnmente como caseros, consejos naturales, pueden además de ayudar a tu presupuesto, mantener un sano balance con la naturaleza, pues de por si la sometemos a duras pruebas al tener que lidiar con el daño que le infligimos.

Un punto adicional que si bien no es sobre limpieza si es sobre desperdicios, trata siempre de comprar productos de poco empaque o embalaje y que los que utilicen provengan de fuentes recicladas o sean biodegradables. Mira que sencillo es ayudar al planeta con las cosas que habitualmente hacemos, requiere solo un poco de información y ganas de actuar. Comparte cómo ayudas al planeta con todos.