El temor es causa común para no contratar a un OPE (organizador profesional de espacios). Pareciera ser irracional pero tiene bases plausibles.

OPE temor
Imagen por heliofil desde Pixabay

Dar ese gran salto de fe para alcanzar un cambio no es camino sencillo. La persona que desea cambiar debe pasar varias etapas para llegar a esa meta. Primero ha de coquetear o jugar con la idea y poco a poco se acerca a la información y la digiera tomando en cuenta todas las aristas del cambio mismo. Es así como después de un arduo recorrido interior, se llega al borde del precipicio y se decide avanzar. Como lo menciona Anais Ni’n: “Llegó el momento en que era más doloroso seguir igual que intentar cambiar”. Parte de la realidad de todo cambio es que la persona se enfrenta al temor de lo desconocido. Ese temor en términos de quererse organizar se manifiesta en miedo a invitar a casa a un OPE.

Temor a qué dirá el OPE

Quizá el temor más primordial que existe en nuestro quehacer profesional es la creencia de parte del cliente que venimos a juzgar y a ser irrespetuosos con su persona, su hogar, sus posesiones. El trabajo cuando es profesional implica un comportamiento apegado a la empatía y a no elaborar juicios de valor sobre la situación particular de cada persona. Somos invitados a un sitio sagrado y lo respetamos por sobre todas las cosas.

Temor de carecer

Gran mito de la organización o mejor dicho de los OPE es esta idea de que llegamos como el demonio de Tasmania (ese personaje de Looney Tunes), haciendo un torbellino, balbuceando incoherencias y largando todo lo que hay en el interior de un espacio fuera de él. Aclaremos, nadie en un proceso de organización determina qué se depura más que el cliente. Como OPE solo sugerimos y hacemos notar los pros y los contras de depurar o no. En última instancia, puede darse el caso de que el cliente no quiere depurar o que incluso no es necesario porque cada caso es único y, por tanto, nuestro acercamiento al proyecto también.

Temor de olvidar

Relacionado con el temor a carecer, está el temor a olvidar. La gente establece conexiones neurales con sus posesiones, marcando así momentos de vida, personas, etc. Mucho se teme que, al descartar las posesiones, con ellas se van atados los recuerdos y las memorias vividas o relacionadas con el mismo. Yo te puedo decir una cosa, los recuerdos se guardan en la mente, no en las repisas. Ahora bien, si no puedes evitar el miedo, puedes hacer una curación de solo lo mejor y lo demás “guardarlo” con fotos digitales de los objetos, así preservas la esencia si las complicaciones de tener como tal las cosas.

Temor de ser incapaz

Este temor nace del hecho de que vivir en desorganización es parte de nuestra personalidad. Esto no es así. La mayoría de los casos se originan en la falta de habilidades de organización aprendidas, e incluso, en los casos que tienen una base neurológica, se pueden emplear técnicas apropiadas para contrarrestar el inconveniente. El OPE te va a enseñar dichas técnicas para mejorar tu calidad de vida.

Temor de recaer

Es un miedo natural pensar “esto de la organización pinta bien, sin embargo, cuando mi OPE ya no esté volveré atrás”. Eso es una creencia sobre algo que no hay sucedido aún. Entonces, anota esto, las creencias no son hechos así que no tiene que ser cierta. Incluso, si hubiese una recaída vas a tener bien aprendidas las herramientas para volver a encarrilarte. Lo que bien te enseña el OPE nunca se te va a olvidar.

Te invito a no temer. Busca un OPE, habla con él o con ella. Explora si te hace sentir en confianza, a gusto, segura de proceder. Un verdadero profesional de la organización entiende que la relación cliente-OPE es acerca de una simbiosis basada en el respeto y la empatía. Ese OPE te dotará de herramientas que usarás el resto de tu vida. No me temas ni a mis colegas, nuestra misión de vida es ayudar a mejorar la calidad de la tuya, con vida y espacios simples.